Comentarios sobre «Los Fundamentos Filosóficos del Neoliberalismo, las Modificaciones en la Legislación Laboral, la Clase Obrera y la Doctrina del Shock: la Experiencia Puertorriqueña» de Alejandro Torres Rivera

Nota editorial: El pasado 20 de diciembre se presentó el más reciente libro del compañero Alejandro Torres Rivera en las facilidades del Instituto de Relaciones del Trabajo de la Universidad de Puerto Rico. Como parte de la actividad, el compañero Erasto Zayas presentó unos comentarios que, por su importancia y pertinencia, reproducimos a continuación:


Desde la primera lectura del ensayo Los Fundamentos Filosóficos del Neoliberalismo, las Modificaciones en la Legislación Laboral, la Clase Obrera y la Doctrina del Shock: la Experiencia Puertorriqueña de Alejandro Torres Rivera, insistí en la necesidad de su publicación en un formato accesible a la clase trabajadora de nuestro país.

Aunque reconozco que no ha sido el único esfuerzo para divulgar el desarrollo de la propuesta neoliberal en Puerto Rico, considero que la organización de los temas que trata, la sencillez de su redacción y la riqueza de su contenido, hacen del mismo un texto con un alto potencial para ser utilizado en la educación del liderato obrero y de la clase trabajadora puertorriqueña sobre el tema.

Comenzando con un breve resumen histórico del origen y desarrollo del pensamiento neoliberal, Alejandro entra de lleno a exponer cómo dicha corriente hace su entrada en el escenario nacional en el año 1975 de la mano del entonces gobernador, Rafael Hernández Colón.

Éste contrata al especialista James Tobin, ex asesor del Fondo Monetario Internacional, cuyas recomendaciones en el conocido “Informe Tobin” sentarán las bases del modelo económico que traería la “prosperidad económica” para nuestro pueblo y nos sacaría del estancamiento en que nos encontrábamos.

La receta “original” de Tobin hoy es ampliamente conocida: limitar el gasto público, congelar los salarios de los empleados públicos, limitar el salario mínimo, reducir el de los menores de 20 años, eliminar los beneficios marginales y proveer mayores incentivos a los empresarios para que inviertan y creen empleos.

Los sucesivos gobiernos, de los dos partidos que se han alternado en la administración de la colonia, dieron continuidad y profundidad a la receta original, apoyados por la colaboración interesada de la empresa privada.

Contrario a lo acostumbrado en las actividades de presentación de un libro, no voy a resumirles el contenido del mismo. El texto es tan diáfano y tan preciso en explicar los efectos de la implantación del modelo neoliberal en el movimiento obrero, en las modificaciones en la legislación laboral y en la legislación que va conformando el marco jurídico para las reformas necesarias al nuevo paradigma económico, que les aseguro tendrán, al final de la lectura una perspectiva un tanto diferente de nuestra historia por los pasados 45 años. Sobretodo, del papel auxiliar de la Rama Judicial. Llamo la atención a propósito de esta rama del gobierno porque considero que hay demasiada confianza e inversión de recursos en este método de lucha.

El mito de la imposibilidad de la concertación política en Puerto Rico

Voy a tratar de utilizar los próximos minutos en compartir lo que considero es una de las lecciones más importantes que nos aporta el libro Los Fundamentos Filosóficos del Neoliberalismo, las Modificaciones en la Legislación Laboral, la Clase Obrera y la Doctrina del Shock: la Experiencia Puertorriqueña.

El mismo, desde nuestra perspectiva, rompe con el mito de la imposibilidad de la concertación política en nuestro escenario nacional.

Si algo queda meridianamente claro de la lectura del libro, es la continuidad y uniformidad mantenida por las dos formaciones políticas que se han alternado en la gobernanza colonial durante el pasado medio siglo en su objetivo de conducir el país, política y económicamente, bajo los preceptos del pensamiento neoliberal.

Haciendo énfasis en los valores de la democracia formal, tales como la participación electoral, el bipartidismo, el sagrado voto secreto, la alternancia en la administración colonial, los plebiscitos para atender el asunto del estatus, y el sistema de contrapesos de las tres ramas de gobierno, entre otros, han impuesto su autoritario modelo de gobernanza.

Sistemáticamente y a través de la represión de las actividades de protesta, la reiterada violación de los derechos humanos, la imposición de la privatización de los bienes patrimoniales, las exenciones contributivas a extranjeros millonarios, privilegiando la acción de los desarrolladores en detrimento del medioambiente, la sistemática derogación de las leyes protectoras de los trabajadores, hasta llegar al límite de la aceptación, sin resistencia, de la dictadura impuesta por el Congreso de Estados Unidos a través de la Junta Dictatorial, el Partido Popular Democrático y el Partido Nuevo Progresista han logrado configurar su Estado neoliberal.

La puntual continuidad de acción en ambas facciones políticas, en la aprobación de leyes, Órdenes Ejecutivas, la adopción de medidas administrativas y las recomendaciones de consultores y organismos de corte neoliberal, se fueron imponiendo consecutivamente y sin fricción alguna entre los populares democráticos y los novoprogresistas, desde el 1975 hasta nuestros días, según fueron delineadas por los grupos empresariales que controlan y dirigen la administración colonial, en una clara concertación de clase.

En términos reales el país ha sido gobernado por un solo partido por el pasado medio siglo, el partido de la clase empresarial y financiera. En la puesta en práctica de su programa neoliberal no hay fisuras, ni contradicciones mayores. Quizás encontremos un desbalance numérico en el número de funcionarios atrapados en la gestiones de corrupción pero, más allá de eso, nada diferencia significativamente a las dos facciones que integran al Partido Único Neoliberal que nos ha venido gobernando desde el 1975.

Esta experiencia nos deja con una pregunta que debe contestar el sector progresista de nuestro pueblo. ¿Ante la constancia y la consistencia del sector empresarial y financiero de nuestro país en imponer su modelo neoliberal, cómo puede explicarse que no haya sido posible, para los detractores del mismo, oponer con igual consistencia y constancia un proyecto alterno para edificar una sociedad de verdadera justicia y equidad política, económica y social?

El mito de que en Puerto Rico resulta imposible materializar una concertación política está históricamente derrotado con la imposición del proyecto neoliberal y la acción integrada de las dos facciones que conforman el Partido Único Neoliberal (PUN) que ha gobernado el país.

Desde nuestra experiencia en la realización de campañas políticas advertimos sobre la necesidad de avanzar en la concertación opositora. Esperar al inicio de la campaña electoral para hacer el gran anuncio podría tener un extraordinario efecto mediático y una limitada respuesta electoral. Las victorias electorales en nuestro país demandan de un gran esfuerzo organizativo, sobretodo cuando se trata de presentar grandes cambios y una nueva visión de país al electorado. Dichas propuestas no son asimilables fácilmente con canciones pegajosas y anuncios de treinta segundos. 

Hay dos elementos adicionales del libro que que hoy tenemos en nuestras manos que me parece necesario resaltar. El primero, cuenta con un excelente prólogo que invita a la lectura y a la reflexión sobre el tema y que se suma a los fundamentos pedagógicos del texto.

El segundo elemento a resaltar es el hecho de que la portada del libro expresa, en una sencilla gráfica, el resultado histórico que ha tenido el proyecto neoliberal en nuestro país y en todas los lugares donde el mismo ha sido impuesto por la clase patronal.

Finalmente,

Son múltiples las voces que hoy se levantan proclamando el fin del modelo neoliberal. El modelo que prometió un crecimiento económico para todos ha demostrado que solo unos pocos, lo más ricos, han visto un aumento en su riqueza y poder, los salarios han decrecido, la desigualdad económica se ha ampliado, no ha ocurrido un retroceso en los niveles de pobreza, la corrupción se ha hecho la marca de fábrica de los gobiernos, la democracia formal ha volado en pedazos y la calidad de vida de los ciudadanos ha disminuido significativamente. Lo que se expresa a nivel global es lo que constituye hoy la realidad de Puerto Rico. Pero, el sistema no cambiará por la voluntad y el hacer de los que se benefician del mismo. Corresponde a los oprimidos por el mismo transitar el necesario y difícil camino del cambio.

El libro de Alejandro nos permite conocer cómo nos han engañado en Puerto Rico y cómo pretenden continuar haciéndolo. Encontrar la salida a esta intolerable realidad nos corresponde a cada uno de nosotros.

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Author: Erasto Zayas Nuñez

Erasto Zayas Núñez nació en el pueblo de Santa Isabel, PR el 7 de septiembre de 1949. Realizó estudios en las escuelas públicas del país y los universitarios en la UPR Recinto de Río Piedras y la Universidad Católica de Ponce. Casado, tiene cinco hijos y es el feliz abuelo de cuatro nietos. Escribe cuentos, poesía y durante dos décadas publicó una columna de opinión en el semanario El Oriental. Ligado al movimiento obrero en su capacidad de comunicador por más de medio siglo, se desempeñó como administrador de la Unión General de Trabajadores. Es uno de los fundadores de la Casa de Estudios Sindicales e integrante de su Junta de Directores.