La lucha contra el racismo en Cuba (II)

La siguiente es la segunda parte de una entrevista realizada recientemente con Esteban Morales Domínguez por el People’s Forum [Foro de los Pueblos] en la ciudad de Nueva York. La primera parte puede encontrarse aquí.


James Early: ¿Puede hablar con más precisión sobre lo que realmente está sucediendo ahora dentro del Partido Comunista de Cuba y dentro del gobierno cubano en cuanto a los temas de identidad racial, racismo, antirracismo y desarrollo nacional?

Esteban Morales: El debate ha ido creciendo. Yo me he encontrado con personas que me han dicho que el debate racial no debe ser público, y me he encontrado con personas también—y hay artículos que lo reflejan—que dicen que el negro no puede ser… no es decente al igual que el blanco, y que el negro no es inteligente igual que el blanco.

Entonces tengo el laboratorio en casa y me doy cuenta perfectamente de eso. Cuando salíamos a la calle mi esposa y yo la gente nos miraba — hace años nos casamos, en el año 70 — alguna gente nos miraba con asombro. Algunas negras me miraban a mí diciendo: “mira, cuando adquirió una posición social se fue a casar con una blanca”, y algunos blancos tal vez dirían: “mira esa blanca casada con un negro, debe ser prostituta, o el negro debe ser millonario”. Es decir, esos son los prejuicios y las situaciones que existen y que aún existen en Cuba.

Hay un gran debate sobre todo eso, y ese debate es promovido por los proyectos comunitarios en diferentes grupos: es promovido a partir de que la Comisión Aponte lo promueve, y que la Resolución Gubernamental de Lucha Contra el Racismo y la Discriminación Racial lo promueve. Tiene que reflejarse más en la televisión; tiene que reflejarse más en la prensa escrita; tiene que reflejarse más en el debate dentro de las asambleas que se celebran en Cuba; debe ser más y más público cada vez el debate con ese problema.

Y la sociedad cubana tiene que cada vez más y más enfrentar ese debate y discutir sobre ese problema, y eso es extraordinariamente importante. 

Los negros tengamos como aliado en primer lugar al Gobierno

El Gobierno, cubano que es el primer aliado de ese debate y el primero que lo promueve, hace que los negros tengamos como aliado en primer lugar al Gobierno. En primer lugar porque, en cuánto a las posibilidades de la salud, la educación, la cultura no se nos discrimina—todo lo contrario. Todo eso es para toda la población cubana, y en cuanto a la promoción del debate y la necesidad de resolver finalmente los problemas del racismo y la discriminación racial en Cuba, también el Gobierno es un aliado de los negros y mestizos.

Ahora, también hay un debate que tiene una parte negativa. Esa parte negativa es que la contrarrevolución utiliza los problemas que tienen que ver con la discriminación racial para subvertir a la sociedad cubana. El tema racial es un tema muy sensible, muy importante para la sociedad cubana, y hay quienes se dedican a esgrimirlo como un tema para dividir a la sociedad cubana y para buscar afectar a Cuba y buscar la posibilidad de que en Cuba se produzca un fenómeno de contrarrevolución. 

Esa es la razón por la cual hay que escribir mucho sobre el tema, hay que debatir mucho sobre el tema, y hay que esclarecer mucho sobre el tema para que la gente sepa cómo es el tema, qué es lo que la revolución ha hecho, en qué ha adelantado, y qué es lo que se propone hacer en el futuro.

¿Cómo se relaciona la discusión sobre la identidad racial y el racismo con la cuestión y los desafíos del desarrollo de la democracia dentro de la Cuba socialista?

Las políticas públicas en Cuba son universales. Hay que empezar por decir eso. No son políticas públicas para un sector determinado. Las políticas públicas en Cuba para la sociedad son universales, todos tienen derecho a participar de esas políticas públicas y recibir beneficios. Y nadie puede obstaculizar eso. 

Ahora, crecientemente la sociedad cubana va participando cada vez más en debatir esas políticas. Ya ustedes saben que hubo un debate sobre la Constitución que fué extraordinariamente interesante, y ahora hay un debate bastante fuerte sobre el código de la familia, que es el código de las familias, porque en Cuba nosotros queremos ampliar el concepto de familia.

También ha habido un debate con el problema del de la homosexualidad, en lo que se ha avanzado bastante, porque uno de los problemas que existen en nuestra cultura es el machismo, y el machismo ha recibido un gran golpe. No se les puede impedir que estudien, no se les puede impedir que adquieran una carrera universitaria, no se les puede impedir incluso que ingresen en el partido. Nada de eso se puede impedir. Entonces quiere decir que cada vez más se va ampliando el campo de la libertad para el ciudadano, y dentro de ese campo de ampliación de la libertad para ciudadanos, la discriminación racial va quedando cada vez más destronada del lugar que tuvo antes dentro de la sociedad cubana.

Es decir poco a poco se va creando en Cuba una situación social, legal, que va arrinconando al racismo y la discriminación racial. Porque si tú no puedes evitar que un negro ingrese en la Universidad, no puedes evitar que vaya gratuitamente a ver un médico, no puedes evitar que participen en una actividad cultural. Si tú no puedes evitar nada de eso, la posibilidad de arrinconar al negro va desapareciendo, y la posibilidad de discriminarlo va desapareciendo.

Un día estoy yo cerca de casa de mi hermana comprando caramelos para mi sobrina. Delante de mí hay un hombre blanco más o menos, con sus libros en la mano igual que yo, más o menos vestido igual que yo, y la muchacha que lo está atendiendo lo está atendiendo de lo más bien, de lo más solícitamente. Y cuando toca mi turno para comprar, la muchacha me dice: “¿y tú qué quieres?” Yo le dije: “tú sabes que así no se dirige a mí ni quien me conoce”.  Y ella se dio cuenta de lo que yo te estaba diciendo, y no sabía ni donde meter la cara. 

Entonces quiere decir que esos fenómenos existen, esos fenómenos existen en la sociedad cubana, pero no son fenómenos que estén indicando en ninguna medida de que no avanzamos. Sí avanzamos, porque detectamos esos fenómenos y luchamos contra ellos. 

Lo que ocurre en Estados Unidos no ocurre en Cuba

Y desde el punto de vista de lo que ocurre en Cuba no ocurre lo que ocurre en Estados Unidos, por ejemplo, donde el negro es discriminado y es apaleado por la policía por el mero hecho de ser negro. En Cuba eso no ocurre en realidad. En Cuba el negro oficialmente—vamos a decir que extraoficialmente puede haber alguien que lo maltrate—pero oficialmente es tratado al igual que cualquier otro ciudadano, con todas las capacidades y con todas las posibilidades.

Entonces quiere decir que estamos avanzando en ese sentido. Hemos ido logrando poco a poco situar el tema en el lugar en que debe estar, independientemente de que a veces podemos tropezarnos con personas que ni siquiera acepten el tema, que ni siquiera quieren que se hable de eso, y que sencillamente no les interesa hablar del problema.

Esa es la razón por la cual también hace falta movilizar a los propios negros para que participen en ese debate, participen en esa discusión, y se den su lugar y hagan como yo hice ese día: reaccionar ante una situación en la cual tú sientes que te están discriminando.

Esteban, usted ha sido muy directo al proponer al gobierno cubano, específicamente al Ministerio de Relaciones Exteriores, la necesidad de colorear—no racializar, pero colorear— las estadísticas sobre todo los extraordinarios avances de la Revolución Cubana. Y tal como yo lo entiendo, con la lógica de que, aunque la Revolución Cubana ha hecho cosas extraordinarias, uno no puede realmente saber, en términos precisos, los avances del lado positivo sin examinar la cuestión del color, y por lo tanto, en base a la coloración de las políticas, reconocer lo que aún está por hacer en la Revolución Cubana con respecto a las políticas internas y democráticas de reconocimiento, respeto y desarrollo material. ¿Puede darnos más detalles al respecto?

Por supuesto. Eso yo lo digo en un artículo que yo tengo que se llama los retos del color. 

Nuestras estadísticas tienen que estar coloreadas. ¿Por qué coloreadas? Porque los negros y los blancos no son iguales. Los negros, blancos, mestizos no son iguales en Cuba. Los negros y los mestizos arrastran ciertos problemas que los blancos no arrastran, independientemente de que un blanco también puede ser discriminado, pero no lo va a ser nunca por su color, lo va a ser quizás por su condición social, y un negro puede ser discriminado por su color.

Entonces las estadísticas tienen que ser coloreadas, porque a mí no me interesa que me digan que hay un 3% de desempleo en Cuba. A mí me interesa que me digan quiénes son esos desempleados, qué color tienen, y dónde están, porque si vamos a trabajar de verdad contra la discriminación racial las estadísticas económicas tienen que ser coloreadas, y las estadísticas demográficas tienen que ser coloreadas. 

Ya hoy es posible tener estadísticas para saber cuántos negros hay aquí  y cuántos hay allá, cuántos blancos hay aquí y cuantos hay allá. Eso es importante porque la sociedad cubana es una sociedad multicolor, por lo cual dentro de esa multipolaridad hay desventajas, y para saber de verdad si la sociedad avanza, nosotros tenemos que saber que las personas negras y mestizas también avanzan desde el punto de vista cultural, educacional, de la atención social, de las políticas públicas. Tenemos que saberlo nosotros. 

Tenemos que saber que si en Cuba hay desempleo y hay un 5% de desempleo, ¿quiénes son esos desempleados, y si son negros, blancos o mestizos, y en qué empresas están, en qué lugares están? 

A mí me interesa saber en Güines cuántos negros abogados hay, y cuántos negros médicos hay en Cuba, y cuántos negros médicos hay en Matanzas.

Eso a mí me interesa. Eso es un dato importante, porque no es posible dirigir políticamente una nación sin saber eso, sin tener esa información, porque eso se convierte en un fenómeno de discriminación cuando tú no estás en las estadísticas. Estás discriminado cuando a tí no te consideran en las estadísticas—tú estás discriminado.

Yo hice un trabajo una vez en la Universidad sobre los investigadores y el profesorado. Había 1,200 profesores y sólo el 10% de esos 1,200 profesores eran negros y mestizos. Pero cuando fui a las categorías de profesor titular, auxiliar asistente de profesor, y de investigador, había muchos menos. Y cuando fui a los doctorados había muchísimos menos. Yo cogí ese trabajo y se lo puse encima de la mesa al rector, y cuando el rector vio aquello, el trabajo llevó a una discusión de política de cuadros. 

Entonces eso es importante. ¿Por qué es importante? Porque la sociedad tiene que avanzar, y para decir que la sociedad avanza tiene que avanzar con todos sus componentes, y todos los componentes de una sociedad no tienen las mismas ventajas y desventajas. Porque toda sociedad nació con sus ventajas y sus desventajas. 

Cuba nació con la esclavitud, y las grandes desventajas que se arrastran se arrastran de la esclavitud para los negros y mestizos. Los blancos arrastran otras desventajas por otras razones.

En este momento de desarrollo, ideológica y políticamente y con respecto a la democracia, ¿qué perspectivas críticas cree usted que los ciudadanos, el Partido Comunista y el gobierno deben aportar con respecto a los desafíos y el avance del socialismo cubano?

Bueno, nosotros tenemos en estos momentos en Cuba una situación compleja desde el punto de vista económico. En primer lugar estamos luchando por el crecimiento económico y por establecer el mejor modelo económico para Cuba, para que la economía cubana crezca. Y además tenemos también un debate cultural que Estados Unidos nos impone.

Estados Unidos nos está imponiendo un debate cultural bastante fuerte, que yo lo expreso en mis trabajos continuamente. 

Quiere decir que existe por parte de Estados Unidos una agresión desde el punto de vista cultural, y esa agresión también va sobre el tema racial. Porque esa agresión va también sobre los negros que no son revolucionarios y que no quieren el socialismo en Cuba. 

Esa agresión también va sobre los negros que utilizan estos problemas que nosotros tenemos con el color como elementos críticos contra el Gobierno. Porque sí, una mujer negra puede morir antes que una mujer blanca en el parto y el niño también. Eso estadísticamente es así, y el negro muere primero, pero el Gobierno revolucionario no tiene la culpa de eso.

Es un problema que se arrastra, y todo lo que se hace se hace para tratar de limar esas diferencias, y hoy por hoy el mayor ejemplo que tenemos nosotros en eso lo tenemos con el problema de la Covid.

Ya nosotros estamos poco a poco superando la Covid, y el trabajo que se ha hecho es extraordinario. Ya hay más de un 85% de la población vacunada, y estamos empezando a poner las vacunas de refuerzo, y en la vacunación no ha habido discriminación ninguna. ¡Que se atreva alguien a discriminar un negro en el proceso de vacunación contra la Covid, que va bien preso!

Entonces hay personas que sí, que son racistas, y que tienen esas actitudes, pero no se atreven a veces a manifestarlas porque saben que eso no es bien visto, que el racismo y la discriminación racial no son bien vistos por la sociedad cubana, y que los negros y los mestizos estamos trabajando y estamos luchando para irle arriba a esos problemas fuertemente, para que nadie lo pueda utilizar como un elemento para mantener el racismo y la discriminación. Eso no es posible.

Esteban, en su opinión, ¿qué papel deben jugar los jóvenes izquierdistas y socialistas en el desarrollo del socialismo cubano, y cómo cree que el gobierno y el Partido Comunista de Cuba deben responder a aquellos que intentan socavar o derrocar el voto mayoritario expresado en la Constitución cubana en apoyo del socialismo como la dirección básica del país?

En Cuba las personas pueden dar las opiniones que quieran. Si hay alguien que que no está de acuerdo con la Constitución en la reunión del CDR, puede pararse y decir que no está de acuerdo con la Constitución, y por eso no va a ir preso. Existe libertad de opinión y libertad de culto en Cuba. Cada cual puede ir a la Iglesia que quiera y practicar la religión que quiera, y cada cual puede hablar lo que quiera donde quiera, siempre y cuando eso no viole los derechos de nadie, porque mis derechos terminan donde empiezan los derechos de los demás.

Entonces, yo no puedo violar los derechos de los demás, y todo eso se debate. Ahora se está debatiendo el Código de la Familia, y se están debatiendo una serie de leyes que van a ser muy importantes para el país. Y la gente puede votar a favor o votar en contra… hay que respetar a la mayoría, y si la mayoría dice tal cosa, eso tiene que respetarse, y va a las leyes. Y quien no cumpla esas leyes, bueno, tiene que responder por eso, porque vivimos en una sociedad. 

Es una sociedad democrática de leyes que es una sociedad incluso más democrática que otras, porque aquí las leyes se discuten y se aprueban después de un referéndum. Que yo sepa en Estados Unidos ninguna ley se aprueba en un referéndum, y hay muchas sociedades en el mundo que las leyes no se aprueban en referéndum.

En Cuba las leyes se aprueban en referéndum. La Constitución cubana se aprobó en un referéndum, y el Código de la Familia se va a aprobar en un referéndum. Y si no se aprueban, no se aprueban, y no se convierte en ley. Pero si se aprueba, hay que respetarlo y hay que cumplirlo. Yo pienso que eso es así. Y si nosotros tenemos una resolución gubernamental que es para luchar contra el racismo y la discriminación racial, también tenemos leyes que castigan el racismo. 

Si hay una persona que se comporta de manera racista con otra persona, y eso es de conocimiento público, esa persona tiene que responder por eso, como respondería por haberse robado lo que no es suyo. Porque las leyes son leyes.

Yo no creo que en Cuba haga falta una ley racial. Yo creo que con las leyes que existen y la Constitución es suficiente. Lo que tenemos que trabajar continuamente es para que esas leyes se apliquen y para que las políticas públicas beneficien a todos los ciudadanos—cosa a la cual el Gobierno no se va a oponer—y que la persona que se oponga a eso tenga que sufrir las consecuencias.  

Desde su perspectiva como ciudadano afrocubano que es miembro del Partido Comunista de Cuba, ¿qué papel cree usted que los extranjeros, particularmente en Estados Unidos y en todo el Caribe y América Latina, deberían desempeñar con respecto a la solidaridad relacionada con los problemas raciales que hemos discutido hoy?

Divulgar la realidad cubana desde ese punto de vista. Porque hay mucha gente que tergiversan la realidad cubana, que dicen mentiras sobre la realidad cubana, que atacan a la realidad cubana. Y no lo hacen con verdades, lo hacen tergiversando la realidad.

Entonces, lo primero es divulgar lo que se hace en Cuba con relación a ese tema; la actitud que tiene el Gobierno en relación con ese tema; la actitud de los intelectuales con relación a ese tema en Cuba; la actitud de los ciudadanos con relación a ese tema—como verdades. ¿Por qué? Porque la esclavitud. ¿Por qué? Porque el colonialismo español fue débil con la raza. Nos aceptó un poco más, nos discriminó un poco menos. ¿Está claro? Y entonces no fue como lo que ocurrió con los negros en Estados Unidos, que además por último los matan en la calle.

Entonces el negro norteamericano tiene que tener una conciencia racial fortísima. Nosotros no la tenemos. Nosotros tenemos que fortalecerla. Pero es que realmente el problema, incluso del racismo en Cuba, no se ha dado, así que se conozca mucho, que se haya matado a una persona por ser negro, porque haya salido una persona en manifestación, o a manifestarse en la calle, que lo hayan matado por ser negro, mientras que en Estados Unidos eso ha ocurrido con tremenda frecuencia. Eso no ha ocurrido en Cuba.

Entonces, el negro no tiene esa conciencia. Necesita una mayor conciencia racial. La conciencia racial nuestra tiene que fortalecerse, porque la conciencia racial se necesita para luchar contra el racismo.

Gracias, Esteban. ¿Algo más que quieras añadir?

Bueno, en realidad me parece que he dicho todo lo que pensaba y he pensado todo lo que he dicho. También yo sé que existe cierta incomprensión, y que mi palabra tiene que servir para saber que este problema en Cuba, aunque hemos avanzado, aún lo tenemos y seguimos trabajando contra él, y con el apoyo de las organizaciones y del Gobierno de la República, que está también preocupado porque este sea un problema de la sociedad cubana que se soluciona.

Por eso es que se hace mucho con el trabajo cultural, y se hace mucho con con la posibilidad de la búsqueda de las oportunidades para todos, y se trabaja mucho para que el negro no se sienta discriminado, y para utilizar las oportunidades, etcétera.

Ésa es la realidad. Eso es lo único que quisiera finalmente decir. Y darle las gracias por la entrevista.


Fuente: Panorama Mundial

Author: Admin