Encuentro Sindical 2023: palabras de apertura al evento

Nota editorial: El sábado 18 de marzo se celebró de manera exitosa el Encuentro Sindical 2023 en San Juan, Puerto Rico. Con la participación de 42 sindicalistas de 19 organizaciones se abrió un espacio de diálogo y reflexión para abordar – desde una diversidad de perspectivas – el tema del evento: “Retos que enfrenta el sindicalismo: ¿Cuáles son nuestras alternativas?” A continuación publicamos el mensaje de apertura ofrecido por el compañero Erasto Zayas Núñez.


Una de las características que más se nos afirma en nuestra formación es el individualismo.  Uno estudia para ser el mejor de la clase. Usted práctica el deporte para destacarse como atleta. Acumular riqueza y poder personal nos da la medida del éxito. Hasta la salvación para alcanzar la vida eterna es individual. Se nos va formando no tan solo para pensar y actuar en función de los propios intereses, sino de los placeres  personales y la auto satisfacción. Nada hay de malo en lo anterior, nos enseñan.

La Real Academia Española, en una definición muy oportuna, define el individualismo como “una tendencia a pensar y obrar con independencia de los demás, sin sujetarse a normas generales”.  Sin embargo, en la acepción común del término individualismo, éste se entiende como la coincidencia del egoísmo, el narcisismo, el hedonismo y el consumismo. Cuando nos lo planteamos de esta manera, el individualismo “deja de ser  moralmente válido y solo viene a ser un modo precario de vida que deshumaniza a los seres humanos.”

Sobre esa deshumanización descansa la formación ciudadana del modelo neoliberal que hoy prevalece en las sociedades donde el capitalismo es el modo de producción dominante. Puerto Rico no es la excepción.

Esta formación individualista choca, en la mayoría de nosotros, con lo que históricamente ha sido nuestra forma de ser pues solemos tenemos en alto valor las relaciones familiares, la lealtad a la amistad, el acercamiento a nuestros vecinos, y la solidaridad con otros pueblos, sobretodo en momentos de desgracia. Sin embargo, tampoco podemos negar que que una alta dosis de individualismo va ganando terreno en nuestras relaciones sociales. 

Este cambio ha sido el resultado de todo un conjunto de hechos de sencilla corroboración. Nuestra pueblo ha sido seriamente golpeado, históricamente por la explotación colonial y la consecuente deformación de nuestro carácter y el trastoque de los valores y costumbres; por la naturaleza;  por la ineptitud deliberada y el desgobierno de los partidos políticos que se han cebado en la administración local de la colonia; y  en los últimos años, también  hemos sido abusados por la infame dictadura impuesta por el Congreso de los Estados Unidos. 

Creo firmemente que ha llegado el momento de hacer un alto en esta carrera sin sentido que nos tiene al borde del precipicio. Es el momento de abrir una puerta que nos conduzca a un cambio centrado en la acción común. Tenemos que reparar nuestra sociedad volviendo a reconstruir nuestro tejido social sobre las bases de la solidaridad, de la acción concertada de nuestra fuerza trabajadora. Vamos a recuperar la confianza en nosotros mismos mediante el ensayo de formas de convivencia y trabajo donde reconozcamos nuestras diferencias mientras fortalecemos la conciencia de tener objetivos comunes que alcanzar. Se puede cambiar la realidad mediante la acción colectiva. 

Rompamos de una vez y por todas con el individualismo que nos destruye. Admitamos, sin mayores reparos, que existen y existirán diferencias de criterio, formas alternas y diversas de enfrentar los retos que no todos estamos dispuestos a adoptar, pero tengamos siempre presente que es posible construir una mejor sociedad, más equitativa, más justa, más cercana a la que cada uno de los presentes concibe, si actuamos como un colectivo.

Cierro este breve mensaje con la cita de un conocido de todos nosotros, “todos los esfuerzos dirigidos a la emancipación de la clase obrera han fracasado hasta ahora por falta de solidaridad entre los obreros de las diferentes ramas del trabajo de cada país y de una unión fraternal entre las clases obreras de los diversos países.” Comencemos nosotros por romper con esta realidad que tan sencilla y lúcidamente nos señala Marx. Transitemos del individualismo a la unión fraternal.

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Author: Erasto Zayas Nuñez

Erasto Zayas Núñez nació en el pueblo de Santa Isabel, PR el 7 de septiembre de 1949. Realizó estudios en las escuelas públicas del país y los universitarios en la UPR Recinto de Río Piedras y la Universidad Católica de Ponce. Casado, tiene cinco hijos y es el feliz abuelo de cuatro nietos. Escribe cuentos, poesía y durante dos décadas publicó una columna de opinión en el semanario El Oriental. Ligado al movimiento obrero en su capacidad de comunicador por más de medio siglo, se desempeñó como administrador de la Unión General de Trabajadores. Es uno de los fundadores de la Casa de Estudios Sindicales e integrante de su Junta de Directores.