Comunicado de la Unión Nacional de Educadores y Trabajadores de la Educación (UNETE):
El bono negociado por una organización sindical con la Junta de Control Fiscal se ha exaltado como un “logro” que ha beneficiado a los trabajadores. Precisamente son los trabajadores, los que con la recomendación de sus líderes sindicales y con su criterio personal deciden si aprueban lo negociado. Esa es la democracia sindical. Sin embargo, no se hace el mismo análisis con los maestros y maestras que decidieron rechazar el acuerdo al que llegó la Asociación de Maestros con la Junta de Control Fiscal.
Los aliados de la Junta argumentan que “los maestros por negarse a negociar con la Junta ahora tienen un bono especial más pequeño.” Incluso han señalado que se rechazó el acuerdo con la Junta por razones “ideológicas” (como si la Junta de Control Fiscal no tuviera razones ideológicas para recortar pensiones, imponer austeridad y aumentos en las tarifas de servicios esenciales, entre otras medidas neoliberales). La verdad es que los maestros tuvieron diversas recomendaciones a favor y en contra de ese acuerdo y decidieron mayoritaria y contundentemente rechazarlo. Eso hay que respetarlo y valorarlo.
El magisterio evaluó la propuesta completa y decidió no someterse a las medidas que le reducen su pensión futura de 75% a 35%, que le aumentan su edad de retiro de 55 a 63 años de edad (estableciendo para maestros jóvenes que trabajen durante 40 años o más en el DE) y que congelan los salarios hasta que la Junta decida. Precisamente el aumento que la Junta y el Gobernador imponían era de $235 en julio de 2022 y $235 adicionales en enero de 2023. Eso establecía un aumento salarial de $470 a partir de enero 2023. Como todos sabemos. la lucha desde la calle de más de 20,000 maestros provocó un aumento de $1000 mensuales desde julio de 2022. Mucho mejor que lo que proponía el gobierno, la Junta y la Asociación de Maestros. Esto inicia el camino hacia la verdadera justicia salarial. No hay duda de que justicia salarial es superior a una bonificación momentánea sujeta a lo que se recaude en los próximos 4 años.
El magisterio logró un aumento salarial que en 6 meses equivale a $6,000 y en un año a $12,000 que es el salario anual garantizado que no está sujeto a la proyección de recaudos del gobierno. Si le sumamos los $3000 que se asigna el 1ro de diciembre, sin haber negociado con la Junta, totalizan $15,000 en un año.
En cuanto al retiro de maestros seguimos luchando contra las medidas que impuso la Junta de Control Fiscal que son prácticamente las mismas que había negociado la Asociación de Maestros: eliminar los beneficios definidos y establecer un plan de ahorros que en la jubilación nos lleva a la indigencia. La Asociación de Maestros impulsaba este acuerdo porque había beneficios colaterales para el liderato sindical, no para el magisterio. La lucha del magisterio ha llevado al Gobierno a sentarse a dialogar con el magisterio para identificar fondos que mejoren las pensiones futuras. Incluso han planteado subir la pensión de 35% a 50% (al igual que hicieron con la policía). Negociar con la Junta descarta esta posibilidad.
Nuestro rechazo al Plan de Ajuste de Deuda continua vigente porque implica recortes en las pensiones, en el presupuesto de la UPR, en los servicios municipales, en servicios de salud y nos conduce a una segunda quiebra. Si hubo recaudos en exceso, significa que estábamos correctos en nuestra oposición al PAD y de que se debía aumentar la aportación a las pensiones, al presupuesto de la UPR y a los municipios. En conclusión, les decimos a los aliados de la Junta (bipartidismo, comentaristas, analistas, entre otros) que Puerto Rico no se vende, Puerto Rico se defiende.
¡Mi retiro no se vende, mi retiro se defiende!