Nota Editorial: El triunfo de Lula en Brasil ha servido para alentar a las fuerzas progresistas y de izquierda en toda América Latina. Pero no todo es color de rosas. La situación económica nacional e internacional presagian una intensificación de la lucha de clases en Brasil. ¿Qué papel deben desempeñar los marxistas en esta coyuntura? Para entender este proceso compartimos esta carta abierta de Esquerda Marxista, una de las tendencias en el seno del PSOL (Partido por el Socialismo y la Libertad).
Carta Abierta a la Dirección Nacional por la Independencia del PSOL
Estimados compañeros de la Dirección Nacional del PSOL,
Luchamos hombro a hombro con la clase obrera y la juventud por la derrota electoral de Bolsonaro a través de la elección de Lula. Pero tenemos muy claro que entre el voto para derrotar a Bolsonaro y la participación del PSOL en el inminente gobierno de Lula-Alckmin hay un abismo cuya caída puede ser fatal para nuestro partido.
El PSOL nació precisamente para ser un instrumento de oposición de izquierda al entonces primer mandato del gobierno de Lula. Ahora, el gobierno de Lula-Alckmin promete ser una edición mucho peor que los gobiernos anteriores encabezados por el PT. ¿Por qué entonces el PSOL debería participar en tal gobierno?
Lula ya afirmó que Alckmin será tratado como el propio presidente de la república y es Alckmin quien encabeza el gobierno de transición, acordando con el gobierno de Bolsonaro la continuidad de la política económica. Por cierto, basta ver la composición del gobierno de transición para tener claro que no transitará a favor de los intereses de la clase obrera. El gobierno de Lula-Alckmin será un gobierno de unidad nacional, al servicio de los intereses de la burguesía y el imperialismo.
Independientemente de los roces con el “mercado” por la aprobación de la llamada “Propuesta de Enmienda a la Constitución (PEC) de la transición”, que permite gastos por encima del límite de gastos, el futuro gobierno ya ha reafirmado en distintos momentos su compromiso con la responsabilidad fiscal, es decir, su compromiso de garantizar y priorizar el pago de la deuda pública fraudulenta, transfiriendo aún más porciones del monto de la plusvalía producida por la clase obrera brasileña a los dueños del capital financiero internacional. ¿Cuál puede ser el lugar del PSOL en este gobierno?
Debemos aprender de las lecciones de la historia. En Italia, después de que el viejo Partido Comunista, el partido de masas de la clase obrera italiana, se transformara en el Partido Demócrata, quienes resistieron esta capitulación lanzaron el Partido de la Refundación Comunista (PRC) que, proporcionalmente, era más grande que el PSOL. Pero la dirección del PRC cometió el error de participar en el gobierno encabezado por el Partido Demócrata en coalición con la burguesía. El resultado fue la desmoralización total de este partido, que hoy no es capaz ni siquiera de elegir diputados.
Lo que se está preparando en Brasil es una intensificación de la lucha de clases, con choques brutales que se traducirán en desarrollos imprevistos y sin precedentes. El gobierno Lula-Alckmin gobernará para el capital, profundizando la eliminación de derechos y la represión. La oposición de extrema derecha bolsonarista buscará construirse criticando y atacando permanentemente al gobierno. ¿La clase obrera, en su resistencia, buscará algo a la izquierda y encontrará algo si el PSOL está participando en el gobierno?
La responsabilidad del PSOL es mantener su independencia y organizar un polo de resistencia a los ataques del gobierno Lula-Alckmin, para luchar por las reivindicaciones de la clase obrera y la juventud. Una oposición de izquierda que luche por la derogación de las contrarreformas aplicadas en los últimos años, contra las privatizaciones, por el impago de la deuda y por más fondos para sanidad, educación, vivienda, cultura, etc. Este es el polo necesario para evitar que toda oposición al futuro gobierno tenga como única vía de expresión a la oposición de extrema derecha. En el caso de ataques de la derecha bolsonarista contra el gobierno de Lula, el PSOL podrá actuar como un frente único en defensa del gobierno, pero así como lo hicimos en la lucha contra el juicio político a Dilma, con independencia de clase, sin bajar nuestras banderas. y sin dejar de hacer las críticas. Solo así el PSOL tendrá la oportunidad de desempeñar su papel histórico de reorganizador de las luchas de la clase obrera brasileña.
Si la Dirección Nacional decide la participación del PSOL en el gobierno Lula-Alckmin, estará condenando al partido fundado para luchar por el socialismo y la libertad a someterse a los intereses de la gran burguesía y el imperialismo.
¡Compañeros del Directorio Nacional, prevengan esta tragedia! ¡Deshagan el error que cometió el Ejecutivo Nacional al decidir por 10 a 9 votos el ingreso del PSOL en el gobierno de transición y decidan poner al PSOL en el camino de ocupar el lugar que la historia reserva solo para partidos dignos de llamarse socialistas!
Esquerda Marxista
22/11/2022
Fuente: Esquerda Marxista
Traducción: Rumbo Alterno
