El Proyecto de Ley P. de la C. 25 es una amenaza directa a nuestros bienes comunes naturales, y no vamos a permitir que se socave la protección de nuestras costas. Este proyecto, que pretende redefinir la Zona Marítimo Terrestre, representa un ataque frontal a lo que nos pertenece como pueblo: nuestras costas, nuestros ecosistemas y nuestra capacidad para enfrentar la crisis climática.
Las costas de Puerto Rico son bienes comunes naturales, patrimonio colectivo de todas las personas que habitamos esta isla. Son fundamentales para la protección de nuestras comunidades frente a los efectos del cambio climático, para la biodiversidad, y para la economía local que depende de ellas. Este proyecto no es una propuesta de conservación, sino una concesión a los intereses privados que buscan destruir lo que es de todos, lo que nos pertenece por derecho.
No se puede justificar este tipo de reformas con base en argumentos comerciales, que priorizan el lucro de unos pocos en lugar de la seguridad y el bienestar de toda la población. Los ecosistemas costeros no son negociables. Cada metro cuadrado que se privatiza, cada proyecto inmobiliario que se impone sobre estos territorios, es una pérdida irreparable para el pueblo de Puerto Rico. La evidencia científica es clara: la erosión, las tormentas más fuertes y el aumento del nivel del mar ya están afectando nuestras costas, y este proyecto solo aceleraría la destrucción de lo que queda.
Hacemos un llamado a nuestros miembros, seguidores y a todos los sectores de la sociedad puertorriqueña: ¡Levantemos nuestras voces y exijamos que los legisladores detengan este proyecto inmediatamente! La lucha por la protección de nuestros bienes comunes naturales es una lucha de todos. No podemos quedarnos en silencio mientras se atenta contra lo que es nuestro. Necesitamos que todos se sumen, que todos actúen. ¡Es ahora o nunca!
Insistimos, este cuatrienio tenemos que estar organizados, movilizados, alertas y movernos estratégicamente y sabiamente. Lo hemos dicho, vienen por todo lo que queda. No soltaremos jamás la lucha energética, pero este cuatrienio, más que nunca, vemos que será una lucha por lo que sostiene la vida: nuestros ecosistemas, bienes comunes naturales, biodiversidad y medio ambiente. ¡Pero vamos con todo!
La política pública ambiental de este país debe respetarse. ¡Basta de falsas promesas de desarrollo económico que terminan siendo desastres ecológicos y sociales que no benefician al pueblo! Es hora de que el bienestar del pueblo de Puerto Rico esté por encima de los intereses privados que destruyen lo que nos pertenece y lo que necesitamos para sobrevivir.