El mes pasado, dos sindicatos se negaron a respaldar alguno de los candidatos presidenciales. El 13 de septiembre, el sindicato United Electrical, Radio and Machine Workers of America [Trabajadores Eléctricos, de Radio y de Máquinas de América] (UE) emitió una declaración sin hacer un endoso e hizo un llamado a la creación de un partido obrero. La UE es un pequeño sindicato con una historia de políticas de izquierda desde su fundación en 1936. La Hermandad Internacional de Camioneros [Teamsters o Tronquistas, como son conocidos en Puerto Rico], el cuarto sindicato más grande de Estados Unidos con 1,3 millones de miembros, también se negó a respaldar al candidato demócrata o republicano. El 3 de octubre, la junta ejecutiva de la Asociación Internacional de Bomberos, que cuenta con 350.000 miembros, también votó a favor de no respaldar a Trump ni a Harris.
La UE y los Teamsters llegaron a la misma decisión por razones muy diferentes. La declaración de la UE hace varias evaluaciones excelentes sobre la situación política. Critica a ambos partidos por estar controlados por las corporaciones y por estar fuera de contacto con la clase trabajadora. La UE tiene razón al decir:
“Los trabajadores necesitamos desesperadamente una organización política independiente, basada en un programa político que pueda unirnos, que pueda luchar por ese programa en el ámbito electoral, en resumen, un partido obrero… una organización que pueda luchar por políticas audaces a favor de los trabajadores, movilizar a la gente en las calles y ganar elecciones.”
Establecer un partido de clase trabajadora sería un enorme paso adelante. Los trabajadores finalmente tendríamos un vehículo para luchar por nuestros propios intereses de clase. Pero la única forma en que tal partido podría realmente implantar “políticas audaces a favor de los trabajadores” y mejorar nuestras condiciones de vida es poniendo fin, y de una vez y por todas, al gobierno de la clase capitalista.
La UE también correctamente concluye que votar por el Partido Demócrata, como han propuesto el Working Families Party [Partido de las Familias Trabajadoras] y Bernie Sanders, es un callejón sin salida. Pero más adelante, la declaración cae en el mismo y trillado argumento del “menos malo” que ha plagado durante tanto tiempo al movimiento obrero. El sindicato no hace un respaldo “oficial”, pero aún así pide a sus miembros que “voten estratégicamente en contra de Trump votando por el único candidato viable que se postula contra él, que ahora es Kamala Harris”. Esto es similar a las elecciones de 2016, cuando el sindicato “recomendó como enfoque táctico que nuestros miembros [de la UE] vayan a las urnas y voten por Clinton”, y en 2020 cuando pidieron a sus miembros que “elijan a Joe Biden”.
La declaración de la UE critica a ambos partidos por estar controlados por las corporaciones y por estar fuera de contacto con la clase trabajadora. Imagen / Facebook UE
Los patronos preparan su ofensiva
A lo largo de su declaración, la UE hace repetidamente críticas audaces y precisas a la política del “menos malo”, las políticas de identidad y el capitalismo, antes de ceder terreno a ellas más adelante en el documento. Los trabajadores están bajo una enorme presión de la ideología capitalista. Los sindicatos, especialmente aquellos que afirman ser nuestros instrumentos de lucha más incondicionales, tienen que romper con los partidos patronales, así como también con aquellas ideas reaccionarias utilizadas para apoyarlos. La crisis del capitalismo y sus dos partidos no hace más que profundizarse. Para mantener sus ganancias, los patronos preparan una ofensiva contra los trabajadores. Por lo tanto, es una tarea inmediata y urgente para los sindicatos comenzar a organizar un partido obrero.
Si bien hay una larga historia de trabajadores estadounidenses que han luchado por organizar un partido propio, la UE es el único sindicato que ha hecho un llamado para crear un partido obrero durante este año electoral. La pregunta es si este llamado constituye o no mera palabrería. Se requiere acción. Los líderes de la UE deben presentar una propuesta concreta para comenzar a construir un partido obrero. Aunque es demasiado tarde para presentar candidatos para las elecciones de 2024, la UE debería presentar a 10 trabajadores como candidatos sindicales independientes para el Congreso en 2026. Si no pueden presentar 10, deberían presentar tantos como les sea posible. La UE podría entonces convocar a otros sindicatos y trabajadores organizados, junto con los trabajadores no organizados que quieran unirse a los sindicatos, para participar en la campaña. ¡Nuestra organización será la primera en fila para ayudar! Ya sea que estos candidatos ganen o no, las campañas obreras independientes transmitirán el mensaje: ¡ni los demócratas ni los republicanos representan a la mayoría de la clase trabajadora!
La ira se acumula en un vacío de liderazgo
La decisión de los Teamsters de no respaldar a Harris produjo una enorme reacción negativa, tanto en el propio sindicato como en todo el liderazgo sindical a nivel nacional.
Esto es un reflejo de la enorme ira que se está acumulando en la clase trabajadora. Sin una explicación real de por qué las condiciones de vida continúan empeorando o cómo la clase trabajadora puede contraatacar, esta rabia de clase se expresa en formas distorsionadas. La mayoría de la clase dominante culpa a Trump por todos los problemas del país, mientras que un sector más pequeño culpa a los demócratas. Ningún líder sindical de importancia está explicando que el problema es el propio sistema capitalista, ¡y que debemos romper con ambos sectores de la clase dominante!
Sean O’Brien fue elegido presidente de los Teamsters en 2022. Ganó aliándose al caucus reformista Teamsters for a Democratic Union (TDU), a pesar de que anteriormente había pertenecido a la administración del ex-presidente James Hoffa. O’Brien es un personaje contradictorio. En 2023, se negó a lanzar una lucha frontal por el mejor convenio colectivo posible con UPS, pero también ha mostrado ser algo más independiente en su manera de pensar que sus compañeros líderes sindicales.
El presidente de los Teamsters Sean O’Brien es un personaje contradictorio. Imagen / Facebook Teamsters
O’Brien habló muy bien de Trump desde la tribunal de la Convención Nacional Republicana celebrada en julio. Esto constituyó un pecado mortal para los demócratas y liberales, que posteriormente le negaron un espacio para hablar en la Convención Demócrata. Tanto Harris como Trump tienen un cierto grado de apoyo dentro de las filas de los Teamsters. El liderazgo encuestó a los miembros tres veces entre abril y septiembre, y Trump salió ganando en dos ocasiones. Por el contrario, los burócratas y los funcionarios de los Teamsters, como en la mayoría de los sindicatos, favorecen fuertemente a Harris y a los demócratas.
Al realizar estas encuestas, O’Brien puso al sindicato en una posición incómoda. Respaldar a los demócratas iría en contra de los claros deseos de la mayoría de los miembros, mientras que un respaldo a Trump habría sido inaceptable para miles de funcionarios de Teamsters en todo el país. La TDU y su líder Fred Zuckerman, que votaron por no apoyar a nadie, significativamente no han hecho ninguna declaración propia. Desde entonces los concilios conjuntos de muchas áreas, el Caucus Nacional Negro y otros grupos de Teamsters se han expresado a favor de Harris, un apoyo que probablemente no les haya granjeado el apoyo de un segmento significativo de sus miembros.
El camino a seguir
Todo este absurdo episodio demuestra que hay una enorme presión desde las bases para romper con los demócratas. Desafortunadamente, esto todavía no ha encontrado una expresión genuina en la clase trabajadora. El liderazgo nacional de los Teamsters ciertamente ha demostrado ser incapaz de liderar en este sentido. Debemos ser claros: ni Harris ni Trump pueden resolver ningún problema que enfrentamos los trabajadores, ya que ambos apoyan firmemente el sistema que nos explota y oprime. Como si no fuera suficiente, el sistema capitalista está en grave decadencia.
Debemos ser claros: ni Harris ni Trump pueden resolver ningún problema que enfrentamos los trabajadores. Imagen RCA
Los lugartenientes sindicales del capital han criticado a O’Brien en la prensa sindical por hablar en la Convención Republicana y no respaldar a Harris. O’Brien es un oportunista político y probablemente un votante de Trump. A pesar de esto, los ataques contra él resultan ser hipócritas. En ningún otro sindicato importante los miembros participan en la decisión de apoyar o no a los demócratas, y mucho menos se les da la opción de no apoyar a nadie o, en cambio, formar un partido obrero. De hecho, durante las campañas de Bernie Sanders de 2016 y 2020, los líderes sindicales salieron agresivamente a favor de Clinton y Biden en contra de los deseos de la mayoría de sus miembros.
O’Brien se ha ganado la ira de los mismos líderes burócratas que proclamaron a Joe Biden “el presidente más pro-sindical de la historia”. Su campeón demócrata posteriormente no aprobó la limitada Ley PRO e ilegalizó la huelga ferroviaria de 2022. Estos burócratas se aferran desesperadamente a los nombramientos “pro-sindicales” de la NLRB [Junta Nacional de Relaciones del Trabajo] de Biden, ignorando el hecho de que la agencia en sí es la herramienta del enemigo de clase para maniatar y restringir el movimiento sindical, haciendo cumplir cualquier ley y decisión reaccionaria que llegue del Congreso y de la Corte Suprema.
Están comenzando a aparecer grietas en la larga y desastrosa alianza entre los sindicatos y el Partido Demócrata. Si es elegido, Trump no presentará ningún camino hacia adelante y muchos de sus partidarios de la clase trabajadora se desilusionarán con él. En este momento, los trabajadores necesitan respuestas a sus preguntas más apremiantes: ¿Cómo podemos luchar y ganar salarios y beneficios más altos? ¿Cómo podemos conseguir mejores condiciones de trabajo? ¿Cómo podemos luchar contra los despidos? Los Comunistas Revolucionarios de América tenemos respuestas a estas preguntas. Debemos construir el liderazgo que la clase trabajadora merece.
Fuente: Revolutionary Communists of America
Traducción: Rumbo Alterno