La escandalosa llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos este 20 de enero, ha puesto en escena la posibilidad de una imposición de aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas. A ello se añade el probable cierre de la frontera sur para inmigrantes y la amenaza de una intervención directa del ejército de EE.UU. en México, con el pretexto de la lucha contra las drogas.
Sería de esperar que por parte del gobierno mexicano hubiera un plan para enfrentar el peligro económico que representa la desaparición, en los hechos, del Tratado de Libre Comercio. Sin embargo, esto no aparece en el horizonte del gobierno, por el contrario, la lógica que ha implementado es la de ofrecer más y más concesiones al imperialismo norteamericano.
Un ejemplo de ello es la autorización de la entrada de asesores militares, del grupo de fuerzas especiales del comando norte, a centros de adiestramiento de la Sedena a partir del 27 de enero de este 2025 (elfinanciero.com.mx/nacional/2024/12/12/soldados-de-eu-ingresaran-a-mexico-en-2025-a-que-estados-llegara-el-ejercito-estadounidense/).
El peligro chino y el plan México
La principal preocupación del gobierno norteamericano es la expansión de la influencia económica de China en todo el mundo, especialmente en América, de ahí la pretensión de establecer un control sobre el canal de Panamá y Groenlandia. En este sentido el gobierno mexicano se ofrece como aliado en la batalla contra China.
Al margen de las provocaciones con las que Trump abre siempre los debates, es un hecho que su administración prepara una guerra comercial, prioritariamente contra China; siendo, de sus primeras acciones, crear un bloque proteccionista en América del norte, a la vez que seguirán ampliando su control económico sobre la cada vez más débil economía europea.
El gobierno mexicano lo sabe, por tal motivo lanzó el “Plan México”, a una semana de la toma de posesión de Trump, como una oferta a los Estados Unidos para ofrecer al país parte de la estrategia para enfrentar a China, justificando de ese modo la necesidad de refrendar al T-MEC [Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá o TLCAN 2.0].
Las metas
El día 12 de enero, en el marco de los 100 días de gobierno de Claudia Sheinbaum, se dio a conocer un plan para llevar a México a ser la décima economía a nivel mundial. Un día después en una reunión con la iniciativa privada se dieron a conocer las metas, las cuales se pueden resumir en los siguientes puntos:
1.- Llevar a México a ser la décima economía mundial.
2.- Llevar la inversión bruta fija al 28% del PIB, actualmente es del 24.5%.
3.- Crear 1.5 millones de empleos nuevos de manufactura.
4.- Llevar al 50% de proveeduría de sectores estratégicos de origen mexicano.
5.- Llevar al 15% de producción de origen mexicano a sectores en torno a la industria automotriz.
6.- 50% de compras del gobierno de origen nacional.
7.- Producir vacunas nacionales.
8.- Reducir trámites para concretar inversiones.
9.- Crear 150,000 nuevos técnicos y especialistas anuales.
10.- Protección del ambiente
11.- Dotar al menos al 30% de las Pymes de créditos
12.- Llegar al lugar 5 en turismo.
13.- Disminuir la pobreza y desigualdad.
El plan es explícito respecto a sus intenciones: “una estrategia económica basada en fortalecer la integración de la región norteamericana para contrarrestar la pérdida de competitividad frente a China” (El economista, 14/01/25), insistiendo que el objetivo es reducir un 10% las exportaciones de China para toda la región norteamericana.
Los empresarios se suman
La iniciativa privada está siendo favorecida, el programa está totalmente dedicado a incentivarlos y asociarlos con el gobierno en sociedades mixtas que para empezar representen un monto de 55 mil millones de pesos. Con el propósito de que el gobierno asegure las ganancias con fondos públicos. Este, aunque fue un esquema que el presidente López Obrador había rechazado, ahora se está glorificando.
Rápidamente Claudio X. González señaló la importancia del plan de cara a los Estados Unidos:
“Es muy importante que logremos la unidad de todos los sectores ante los retos que tenemos de hacer crecer el país, que necesitan mucha inversión, por eso también el Plan México, para lograr esa inversión, necesitamos también la unidad para poder garantizar el Tratado de Libre Comercio (https://www.infobae.com/mexico/2025/01/14/claudio-x-gonzalez-laporte-elogia-al-gobierno-de-claudia-sheinbaum-tras-presentacion-del-plan-mexico-su-hijo-difiere/)
Carlos Slim, Alejandro Ramírez, Rolando Vega y la Asociación de Banqueros, están jubilosos con la situación. Los riesgos serán para el Estado y los beneficios para los grandes capitalistas. Un ejemplo de ello es la oferta de deducibilidad del 89% de los impuestos a las inversiones que participen en el plan en los primeros 5 años de su operación.
Primeros pasos
Para la implementación del Plan proponen las siguientes líneas:
Desde enero.
- Seguimiento permanente de las inversiones en 100 parques industriales.
- Vinculación de las instituciones de educación superior con el plan-decreto de relocalización que incluya simplificación y eliminación de trámites.
- Redefinición sobre qué y cuándo se puede dejar de importar, así como el medio para sustituirlo.
En febrero.
- Creación de un fondo para la banca de desarrollo para Pymes que incluya proveeduría eléctrica bajo el esquema de coparticipación de la iniciativa privada.
- Creación de mecanismos de redefinición curricular de las escuelas en función de las necesidades de distintos proyectos de infraestructura y demás.
- Decreto para la creación de zonas económicas especiales (Immex 4.0).
- Acuerdo interbancario para incrementar el financiamiento en un mínimo del 3.5%.
De hecho, el 21 de enero se hizo público un programa de estímulos fiscales por 30 mil millones de pesos para empresas mexicanas y extranjeras que usen sus utilidades en inversiones productivas y capacitación (https://elpais.com/mexico/economia/2025-01-21).
La apuesta es bastante arriesgada
No hay plan B. Como hemos mencionado en otras ocasiones, el gobierno mexicano incrementó su dependencia en el comercio con los Estados Unidos del 80 al 90% entre 2018 y 2024. Y el 70% de la inversión extranjera directa es también de los Estados Unidos (https://oem.com.mx/elsoldemexico/finanzas/van-166-anuncios-de-ied-en-mexico-superan-los-48-mil-mdd-13064254)
Ante las acciones y amenazas de Trump vaticinamos que el Plan México otorgará más y más concesiones y no se llamará Plan América sólo porque aún le queda un poco de pudor nacionalista al gobierno mexicano.
Es probable que, al final y de alguna forma, la oferta mexicana encaje con las intenciones trumpistas y el tratado de libre comercio (T-MEC) se salve. o obstante, esto se hará a costa de incrementar aún más la dependencia a los Estados Unidos, lo cual en sí mismo solo representa que encadenamos el futuro de las siguientes generaciones a lo que le suceda al imperio decadente de Estados Unidos.
El país se pondrá en tensión, los empresarios estarán dispuestos a recibir todos los apoyos y beneficios que se les ofrezcan y los trabajadores serán llamados a sacrificarse una vez más, en aras de los intereses de la patria. Por tanto, temas como la semana laboral de 40 horas se quedarán para un futuro indeterminado o se implementarán dando aún más concesiones a la burguesía.
Las instituciones educativas se verán sometidas a todo tipo de presiones para producir mano de obra calificada (lo que en sí mismo no está mal) y será destinada al esfuerzo nacional de fortalecer el bloque con Estados Unidos.
Si los gobernantes de México han decidido entregarse a la oligarquía gringa ya es hora de que los trabajadores mexicanos establezcan lazos internacionalistas firmes con los trabajadores organizados de Norteamérica. Al final de cuentas, si nuestros destinos en el terreno de la explotación del trabajo están unidos, también lo debe ser nuestro futuro revolucionario.
