Por un gobierno de la clase trabajadora en el 2024: La Alianza País

Los partidos políticos patronales, el Partido Popular Democrático y el Partido Nuevo Progresista, se encuentran en una crisis sin precedentes, y existe la posibilidad de que nuevas agrupaciones ocupen el espacio que estos han mantenido por más de medio siglo. Esto quiere decir que los intereses que representan – los intereses antiobreros del capital extranjero y el local – pueden, también, verse afectados por este momento crítico. Incluso la Junta de Control Fiscal, impuesta por el gobierno de Estados Unidos, pudiera tener que enfrentarse en este nuevo contexto a otras fuerzas políticas, en lugar de ser obedecida dócilmente como lo ha hecho el bipartidismo. 

La clase trabajadora, por tanto, tiene una oportunidad tremenda para adelantar sus intereses en el momento de declive del bipartidismo tradicional. La Alianza País, la unión del Movimiento Victoria Ciudadana y el Partido Independentista Puertorriqueño, pudiera representar este adelanto de un programa afín con los intereses obreros de esta tener éxito en las elecciones de noviembre de 2024. Y quienes más claro tienen este panorama son, precisamente, los grandes intereses. 

LA OFENSIVA PATRONAL 

La clase patronal hace todo en su poder para mantener su control sobre la economía y la sociedad. En los talleres de trabajo, se opone al sindicato y a la negociación colectiva, que no hacen más que buscar democratizar las condiciones laborales de quienes trabajan. En el espacio político, aunque aparentan favorecer los procesos democráticos, no tienen reparos en recurrir a la Junta de Control Fiscal y al Tribunal de la jueza Taylor Swain para detener legislación favorecedora a la clase trabajadora, como fue el caso de la Reforma Laboral aprobada en el 2022. La democracia se usa a conveniencia. Y, cuando no les convenga, utilizarán todos los mecanismos posibles, incluyendo los tribunales o, al igual que en el caso de huelgas y paros, la violencia y la fuerza estatal. 

La descalificación de cinco candidaturas de Victoria Ciudadana, por vías de un golpe en los Tribunales, es el intento más reciente de estos intereses patronales de detener al Movimiento Victoria Ciudadana y a la Alianza de País. Previamente habían utilizado la Oficina del Panel sobre el Fiscal Especial Independiente (OPFEI) para intentar descarrilar la carrera política de Mariana Nogales Molinelli, y solo hicieron más evidente su desesperación. Ahora, buscan eliminar a las candidaturas por acumulación (tanto a la Cámara como al Senado) y a la Comisaría Residente de Victoria Ciudadana, lo que incluye 3 incumbentes (Ana Irma Rivera Lassén, Mariana Nogales Molinelli, Rafael Bernabe) y, de las cinco candidaturas, 3 mujeres (Ana Irma Rivera Lassén, Mariana Nogales, Myrna Conty). Entre estas personas, además, se encuentra una figura históricamente asociada con el movimiento obrero: Rafael Bernabe. 

A eso se suma la campaña de Democracia es Prosperidad, el Súper Pac que pondrá millones en campaña a favor de candidaturas patronales, y en contra de candidaturas que defienden los intereses de la clase trabajadora. Su primer ataque fue hacia la abogada laboral Rosa Seguí Cordero, candidata al Senado por el Distrito de San Juan, con altas probabilidades de una victoria. Y el ataque demostró el carácter de esta clase patronal: fue uno violento y machista. 

UN PROGRAMA DE REIVINDICACIONES OBRERAS 

Victoria Ciudadana y el Partido Independentista Puertorriqueño cuentan con componentes sindicales y obreros importantes. Por eso, sus respectivos programas hablan de la necesidad de aumentar dramáticamente la tasa de sindicalización en Puerto Rico, del aumento del salario mínimo, de reducir la semana laboral a 32 horas (sin reducción salarial), del aumento de los días de enfermedad y de vacación, de la licencia menstrual, de la creación de un seguro de salud universal, de un sistema de retiro para todas las personas empleadas en Puerto Rico. 

Es esta otra visión del país, enfocada en el pueblo trabajador y no en el enriquecimiento de unos pocos, que pone a temblar a los grandes intereses, que los lleva utilizar todo mecanismo a su disposición para detener la implementación de este programa económico. 

No podemos subestimar la importancia de la coyuntura histórica y la oportunidad que tiene la Alianza País. Como clase trabajadora, debemos, no solo apoyar la Alianza, sino conformarla, para que el programa obrero continúe siendo una pieza clave de este proyecto. 

Este primero de mayo, en año electoral, clamamos:
Por la derrota del bipartidismo
Por la salida de la Junta de Control Fiscal 
Por un gobierno del pueblo trabajador 

Texto de la hoja suelta repartida por las redes sindicales del Movimiento Victoria Ciudadana durante la marcha del Primero de Mayo.

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