Puerto Rico: Mirándonos en el espejo de Argentina

“Es como si yo hubiera estado todo el tiempo 
mirando un espejo y siendo apenas consciente 
del mundo real que tenía al lado.” (I. Murdock)

Escucho unas pocas voces, todavía ninguna del sector sindical, que tímidamente nos llaman a reflexionar  sobre lo que ha sucedido en la Argentina durante los primeros días del gobierno de Javier  Gerardo Milei. El economista de profesión y dirigente de la agrupación política La Libertad Avanza,  ha presentado un Decreto de Necesidad de Urgencia (DNU) que a nuestros oídos debe parecerle estar escuchando un resumen de todo cuanto ha puesto en vigor la Junta Dictatorial que aquí nos gobierna desde hace seis años, con marcadas  diferencias. 

Una primera diferencia entre el DNU de Milei y las acciones de la Junta Congresional la encontramos en el uso del tiempo para, en nuestro caso, ir paulatinamente poniendo en práctica las mismas medidas que allá, en la tierra de las míticas pampas, se espera por la aprobación del Congreso Argentino, el próximo 25 de enero de 2024. En total, cerca de un mes para revisar un documento que anula, cambia y trastoca todo el ordenamiento jurídico del país para privilegiar al gran capital sobre el pueblo trabajador y aquí ya toma poco más de un lustro.

Sin embargo, las similitudes son tan puntualmente coincidentes que pareciera estar mirándonos en un espejo. La desregulación del mercado para beneficio de las grandes corporaciones locales y foráneas, la eliminación de los derechos laborales, la privatización y venta de los bienes de dominio público, el debilitamiento de la organización gremial de los trabajadores, la criminalización de la protesta, la entrega a intereses privados de los servicios esenciales, el despido masivo de trabajadores del gobierno, y la usurpación del poder legislativo son, entre otros muchos, elementos coincidentes entre lo que se ha hecho en nuestro país y lo que se pretende hacer por el Hombre de la Motosierra, como se conoce a Milei.

Allá en Argentina, como en Puerto Rico, se pretende establecer el modelo de dictadura institucional, sostenida en la arbitrariedad y la anti democracia que aquí viene funcionando desde los últimos días del gobierno de Barack Obama. La puesta en práctica de la Teoría de Choque, tan eficientemente demostrada en nuestro escenario social, allá se pretende imponer de un solo y contundente golpe, en una variable que constituye una segunda diferencia con el modelo ensayado en la Isla. 

En Puerto Rico el modelo neoliberal impulsado por la Junta Dictatorial ha contado con la anuencia tácita de la legislatura y el poder ejecutivo, quienes no han tenido reparos en darle visos de legalidad al impositivo modelo de gobernanza establecido por el poder del Congreso de los Estados Unidos a la colonia. En la Argentina, el partido del presidente electo no cuenta con una decisiva mayoría parlamentaria y está por verse cuanto resisten el empuje avasallador del capital cuando se presente el ya señalado DNU ante su consideración.

Finalmente, hay una tercera gran diferencia entre la respuesta que se ha dado a los desmanes de la Junta en Puerto Rico y la realidad Argentina con relación a la acción de los trabajadores organizados sindicalmente y las organizaciones progresistas que ven, con meridiana claridad,  el futuro de miseria que les espera de materializarse la propuesta liberación que promueve el autocrático gobernante Milei. 

Allá las principales Centrales de Trabajadores han venido organizando y desarrollando,  progresivamente, desde el primer día, las más enérgicas protestas. De igual manera han elevado a los Tribunales del País sus reclamos para la revocación del DNU fundamentados en su inconstitucionalidad. Sin limitarse a lo anterior,  han convocado a un Paro Nacional para el día 24 de enero, justo un día antes de que el Congreso Argentino entre a considerar la medida que podría transformar totalmente las relaciones entre el capital y el trabajo.  

Es necesario precisar que los sindicatos y las organizaciones progresistas de nuestra Isla han llevado a cabo  protestas y han  denunciado  los desmanes de la Junta , así como la colaboración de la administración colonial. La Junta ha sido enérgicamente rechazada a todo lo largo del periodo de tiempo que lleva operando, tomando excepción de una minoría gremial que aceptó someterse a las condiciones impuestas por el organismo. Hemos acudido a los Tribunales y de igual manera,  en las celebraciones de tres instancias del 1ro de Mayo nos aproximamos a un Paro Nacional, aunque el llamado y la movilización no alcanzaron esa dimensión. Sin embargo, su letal actuación en contra del pueblo trabajador,  no ha logrado detenerse.

Ambas experiencias, la Argentina y la local, deben llevarnos necesariamente a reflexionar sobre la pertinencia y efectividad de los métodos de protesta que hemos ensayado los trabajadores frente a la ofensiva neoliberal. Haciéndonos conscientes de que la Junta no es omnipotente, ni es para siempre, y de igual manera,  que el neoliberalismo es derrotable, se impone una reflexión sobre la efectividad de los métodos de lucha ensayados y las alternativas disponibles para superarlos.

Comenzando por no descartar la organización y el desarrollo de un Paro Nacional Sostenido, la unificación de todos los recursos existentes, la participación electoral fundamentada en un acuerdo de No Más Junta en el País, ni administraciones gubernamentales que la respalden, hasta el ensayo de noveles formas de expresar el disgusto y el malestar ante las acciones presentes y futuras del organismo, se hace necesario considerar rutas alternas a las que hemos venido recorriendo para superar y transformar una realidad que cada día se torna más insoportable y de cara al futuro solo nos alumbra mayor precariedad, mayor represión y una vida de miseria para el pueblo trabajador. 

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Author: Erasto Zayas Nuñez

Erasto Zayas Núñez nació en el pueblo de Santa Isabel, PR el 7 de septiembre de 1949. Realizó estudios en las escuelas públicas del país y los universitarios en la UPR Recinto de Río Piedras y la Universidad Católica de Ponce. Casado, tiene cinco hijos y es el feliz abuelo de cuatro nietos. Escribe cuentos, poesía y durante dos décadas publicó una columna de opinión en el semanario El Oriental. Ligado al movimiento obrero en su capacidad de comunicador por más de medio siglo, se desempeñó como administrador de la Unión General de Trabajadores. Es uno de los fundadores de la Casa de Estudios Sindicales e integrante de su Junta de Directores.