Historias del Día Internacional de las Mujeres: Justicia, Vida Digna, Trabajo Digno, Retiro Digno

Este 8 de marzo, como años anteriores conmemoramos en Puerto Rico el Día Internacional de las Mujeres. El 8 de marzo representa un compromiso de todos, todas y todes en la búsqueda y construcción de una sociedad de paz, de más justicia e inclusiva. Debemos reconocer nuestras diversidades, abrazarlas, respetarlas y así convertirlas en fuerza común. Cuando digo “fuerza en la diversidad” me refiero a esa visión que construye futuro. 

Este año la marcha del Día Internacional de las Mujeres está dedicada a la Lcda. María Dolores, Tati, Fernós y se hace con el tema de Justicia de las Mujeres. La dedicatoria me parece una que honra a nuestra primera procuradora y su vida de lucha por la justicia de las mujeres. Por otro lado, hablar de justicia de las mujeres como paradigma es apropiado. Siempre he dicho que la justicia no es ciega ni es neutral, responde a un sistema patriarcal y nuestras instituciones, normativas y leyes responden a esa visión en lo político, económico y social. 

María Dolores “Tati” Fernós (primera a la izquierda) y Ana Irma (tercera de izquierda a derecha) marchando en marzo de 1989 por el Día Internacional de la Mujer.

Hoy, como cada 8 de marzo, recordamos las gestas de quienes han luchado por nuestros derechos humanos a través de los años. El origen de la fecha a veces se pierde en la memoria y es bueno siempre honrar su origen. La investigadora Ana Isabel Álvarez González ha estudiado las historias en tomo a este día y asegura que su origen principal está en la promoción de la lucha por el derecho al voto de las mujeres, sin restricciones. Las socialistas estadounidenses llevaban celebrando el Día de la Mujer desde 1908. 

Muchas veces hemos contado historias del 8 de marzo, algunas tienen raíces en sucesos históricos, otras se han ido construyendo con el tiempo. Siempre es bueno recordar que al comienzo del siglo XX las trabajadoras de la industria textil, en el área del Bajo Manhattan de Nueva York, padecían condiciones de trabajo inhumanos y se destacaron por sus luchas a favor de mejores condiciones de empleo. En ese contexto, se llevaron manifestaciones multitudinarias para exigir mejores condiciones de empleo y de salario, la reducción de la jornada laboral, la eliminación del trabajo infantil y el derecho al sufragio para las mujeres. 

Hemos dicho que hubo una manifestación un 8 de marzo, en el año de 1857 y luego otra un 8 de marzo de 1908, aunque la certeza de estos datos está en controversia. Tenemos constancia que en el 1909 hubo una huelga general muy grande de la industria textil, conocida como el levantamiento de los(as) 20,000 que puso la atención aún más en las condiciones de empleo de las mujeres obreras. En esta época las personas que se empleaban en la industria textil, sobre todo las mujeres y niñas(os) lo hacían en condiciones infrahumanas. No sólo trabajaban largas jornadas de diez o doce horas, sino que también no había luz ni ventilación adecuadas. 

Sin embargo, es Clara Zetkin la que eleva a la categoría internacional la celebración del Día de la Mujer. En la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague en el 1910, solicitó que se reconociera el Día Internacional de la Mujer, y con ello logró que se le diera el impulso más importante a dicha celebración, impulso que llega a nuestros días. Dice Álvarez: “Cuando se celebró el primer Día Internacional de la Mujer en 1911, más de un millón de mujeres participó públicamente en él. Además del derecho a voto y a ocupar cargos públicos, demandaban el derecho a trabajar, a la enseñanza vocacional y el fin de la discriminación en el trabajo”. [1]

Posteriormente, en el 1911 ocurrió el famoso fuego de la fábrica Triangle donde murieron obreras atrapadas en el edificio. El año antes del fuego, en el 1910 como señalé, ya Clara Zetkin había propuesto la celebración de un día para recordar la gesta de todas las mujeres que desde el siglo XIX habían estado luchando por el reconocimiento de sus derechos, sobre todo por el derecho al voto, mediante la conmemoración de un Día Internacional de la Mujer. 

No está del todo establecido cómo fue que el Día Internacional de la Mujer comenzó a llevarse a cabo cada 8 de marzo, pero diferentes instancias de su celebración hicieron de ese día el escogido. Lo cierto es que el día 8 de marzo, con el paso del tiempo, se convirtió en un símbolo de las luchas de las mujeres trabajadoras asalariadas, al punto que algunas personas prefieren llamarle Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Ese día, no importa como le llamemos, conmemoramos el origen del día, y el reconocimiento de la lucha por los derechos de todas las mujeres. 

En Puerto Rico la primera celebración, de la que se tenga información, la hizo el Frente Femenino del Partido Independentista (PIP) en el año 1972. En el 1974 Mujer Intégrate Ahora (MIA) fue la primera organización feminista autónoma que la celebró. Desde entonces, las otras organizaciones feministas de Puerto Rico vienen conmemorando esta fecha. En nuestra Isla también la Legislatura aprobó, mediante la Ley 102 del 2 de junio de 1976, el 8 de marzo de cada año como el Día Internacional de la Mujer. 

En el mundo entero se conmemora el Día Internacional de la Mujer, luego de que la Organización de las Naciones Unidas, en el 1975, reconociera en las luchas de aquellas mujeres de principio de siglo, todas las luchas de las mujeres de todo el mundo que aún luchamos no sólo por mejores condiciones de trabajo sino por el reconocimiento de todos nuestros derechos humanos. De ahí la importancia de hablar de justicia de las mujeres, ya que lo que queremos es un cambio estructural a una sociedad construida desde el patriarcado. 

Destaco unos puntos del manifiesto de la Coalición 8M sobre aspectos fundamentales para hablar de la justicia de las mujeres: 

• aquello que necesitamos cambiar para alcanzar la verdadera equidad,

• una forma particular de ver la justicia, 

• aspirar al buen vivir o tener una vida digna 

• tener el poder para tomar las decisiones necesarias para alcanzar lo anterior,  

El 8 de marzo no es una fecha para felicitaciones, es una fecha para recordar y conmemorar las luchas, esfuerzos y la historia de las mujeres, en todas nuestras diversidades, por construir una sociedad inclusiva. No existe un Día Internacional del Hombre porque se reconoce que somos las mujeres las que todavía somos discriminadas solo por ser mujeres. 

Clara Zetkin al solicitar el reconocimiento del Día Internacional de la Mujer en el 1910, hizo un llamado a las mujeres para unir sus luchas por la igualdad de derechos y con la lucha por preservar la paz mundial. El mundo en esos días estaba a punto de una primera guerra mundial. En Puerto Rico estamos hoy en la calle haciendo un llamado por la justicia de las mujeres, en las luchas para que se reconozca la violencia de género, la necesidad de la educación con perspectiva de género, se defiendan los servicios esenciales para una vida digna, se defienda un trabajo digno y un retiro digno. Las mujeres hemos sido impactadas con mayor fuerza por las políticas de austeridad de la Junta de Control fiscal y por lo efectos de los huracanes, los terremotos y de la pandemia. La justicia de las mujeres construye una mejor sociedad para todos, todas y todes. Todos los derechos humanos para todes. 

[1] ANA ISABEL ÁLVAREZ GONZÁLEZ (1999) Los orígenes y la celebración del Día Internacional de la Mujer, 1910-1945. KRK­-Ediciones: Oviedo. 

Author: Ana Irma Rivera Lassén

Es abogada, activista feminista y defensora de los derechos humanos. Se ha destacado en las luchas contra el discrimen hacia las mujeres, contra el racismo y el discrimen por orientación sexual entre otras causas. Fue la Presidenta del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico para el término 2012-2014. Fue una de las portavoces de la Concertación Puertorriqueña contra la Junta de Control Fiscal. Es parte del Consejo Consultivo del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (CLADEM). Es parte del Consejo Consultivo de la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora. Actualmente es Senadora por Acumulación por Movimiento Victoria Ciudadana (MVC).