Luego de la tardía, pero acertada, decisión de la Junta de Gobierno de destituir a Jorge Haddock de sus funciones como presidente, lo menos que se espera del ente rector de la Universidad es que cumpla con lo que han expresado de que hace falta un cambio. Para que en efecto se concretice un cambio favorable para toda la Universidad, es necesario que se limpie la casa completa; el cambiar a Haddock pero dejar a todos aquellos que servían como sus ayudantes, asesores y vicepresidentes sería sinónimo de dejar el mismo descalabro que nos ha llevado hasta donde estamos hoy.
La gesta del “séquito” de Haddock ha sido igual de deficiente que la del presidente. Sin embargo, la información apunta a que ellos se mantendrán incólumes en sus puestos. Esto significa que la sombra de Walter Alomar, Zoraida Buxó y Haddock continuarán dominando la dirección de la Universidad y seguiremos en el mismo estatus sin visos de mejorar. De qué vale haber salido de un incompetente, si dejas a aquellos que, junto a él, formularon y ejecutaron las políticas que hoy nos tienen donde estamos.
Realicemos un breve recuento de los más sobresalientes:
- Cómo es posible que Ubaldo Córdova permanezca en su puesto cuando siendo vicepresidente académico se perdió la acreditación del programa de neurocirugía, se suspendió el de tecnología radiológica y sabemos de otros tantos más como terapia física, tecnología veterinaria y trabajo social que están a punto de irse por la borda.
- Cómo se permite que José Perdomo continúe fungiendo como vicepresidente de estudiantiles, si es el responsable directo del desastre y descalabro de la certificación cuatro (4), que ha dejado a estudiantes sin acceso a estudiar y ha provocado la fuga de estos a otras instituciones.
- Cómo se puede validar que Soniemi Rodríguez continúe con sus dos (2) sombreros, directora ejecutiva y directora de asuntos legales, cuando sabemos perfectamente que ha sido ella la asesora de las decisiones tomadas por Haddock. Ella ha sido su cómplice y la que ha encubierto todas sus acciones. Esto sin contar que ha sido la responsable de todos los atrasos que hemos tenido en la mesa de negociación.
- Cómo se puede aceptar la permanencia de Joan Hernández como ayudante especial y directora de prensa, cuando era ella la que montaba las entrevistas de encargos al presidente en sus “media tours” y le hacía aprenderse el discurso trillado de mentiras para expresar al País que estábamos bien cuando no era cierto.
Si continuamos con la lista de terror y complicidad, nos faltarían hojas de papel en este documento; la sensatez, responsabilidad y transparencia que debe imperar en este proceso es la de eliminar todo lo que no sirve y no compone nada para nuestra Universidad.
No sería visto como algo positivo que la Junta de Gobierno se preste para cometer un acto como este y, ciertamente, se ganarían el rechazo de TODA la comunidad universitaria. Quien entre a dirigir la Universidad, no PUEDE entrar con una camisa de fuerza, ni puede venir a complacer caprichos de aquellos que día a día se levantan para destruimos.
La Universidad se encuentra en un momento histórico que requiere compromiso para lograr rescatar el Primer Centro Docente de Puerto Rico.
¡Luchamos para vencer!
Hermandad de Empleados Exentos No Docentes de la UPR
