La Federación Sindical Mundial honra el Día Internacional de la eliminación de la discriminación racial, el 21 de marzo. Este año los Pueblos están en medio de la continua pandemia de COVID-19, que afecta más a los trabajadores, a los pobres y a los excluidos de las sociedades. El hecho de que países que representan apenas una quinta parte de la población mundial hayan asegurado más de la mitad de las dosis de vacunas, el hecho de que los programas de vacunación se desarrollen principalmente en los países europeos y en los Estados Unidos mientras que otros países se quedan sin vacunar, es otra forma de racismo. Por ello, la reivindicación de la FSM de una vacuna gratuita y segura para todos es oportuna e imperativa. La salud de los trabajadores y de los pueblos debe estar por encima de los beneficios.
Al mismo tiempo, las guerras e intervenciones imperialistas continúan en el marco de los antagonismos para los beneficios de los grandes grupos monopolistas. Estas guerras e intervenciones junto con la pobreza y la miseria que imperan en muchos países debido a la explotación de sus recursos naturales por parte de los monopolios, crean los flujos de desarraigados que son los más vulnerables al racismo.
El movimiento sindical mundial militante denuncia todas las formas de discriminación y exige el acceso universal a Salud pública y de calidad, al trabajo digno y a la educación para todos los trabajadores, migrantes y refugiados y sus familias. Todos los trabajadores unidos, independientemente de su origen, color, lengua, religión, etc., a través de sus sindicatos y con solidaridad internacionalista, deben desarrollar luchas comunes por la satisfacción de sus necesidades contemporáneas, contra la explotación, las guerras imperialistas, el racismo y la xenofobia.
