En abril de 2018, el presidente de Ghana, Nana Addo Dankwa Akufo-Addo, dijo que su país “no había ofrecido una base militar, y no ofrecerá una base militar a los Estados Unidos”. Hizo este comentario después de que el parlamento ghanés ratificara, el 28 de marzo de 2018, un nuevo acuerdo de cooperación en defensa con Washington; que finalmente se firmó en mayo del mismo año. Durante una discusión televisada, poco después de haberse formalizado el acuerdo en marzo, el ministro de defensa Dominic Nitiwul le dijo al periodista y dirigente del Movimiento Socialista de Ghana, Kwesi Pratt, que el acuerdo con los Estados Unidos no había entrado en vigencia. Sin embargo, Pratt manifestó que un acuerdo militar de este tipo era una “fuente de preocupación” y sería “la rendición de nuestra soberanía”.
En 2021, el instituto de investigación del Movimiento Socialista de Pratt – junto con Tricontinental: Instituto para la Investigación Social – publicó un dossier sobre la presencia militar francesa y estadounidense en África. Dicho trabajo (“Defendiendo nuestra soberanía: bases militares estadounidenses en África y el futuro de la unidad africana”) señalaba que los Estados Unidos habían establecido la Red Logística de África Occidental (WALN, por sus siglas en inglés) en el Aeropuerto Internacional de Kotoka en Accra, la capital ghanesa. En 2019, Leonard Kosinski (para entonces general de brigada) dijo que existía un vuelo semanal estadounidense de Alemania a Accra que “básicamente era una ruta de autobús”. La WALN es una zona de seguridad, que no es más que otra forma de nombrar a una base militar.
Ahora, a cuatro años de haber firmado el acuerdo de cooperación en defensa, conversé con Kwesi Pratt y le pregunté sobre su estado actual y las consecuencias de la presencia estadounidense sobre suelo ghanés. La WALN, me dijo Pratt, ahora se apoderó de uno de los tres terminales del aeropuerto en la capital, y ahí “cientos de soldados estadounidenses han estado yendo y viniendo. Se sospecha que pudieran estar involucrados en alguna actividad operativa en otros países de África occidental y en el Sahel en general”.
Los soldados estadounidenses no necesitan pasaportes
Una simple mirada al acuerdo genera varias preguntas. En su artículo 12 manifiesta que el ejército de los Estados Unidos podrá usar el aeropuerto sin ninguna clase de regulación o revisión, con las aeronaves estadounidenses “exentas de abordaje e inspección” mientras que el Gobierno ghanés ofrecería “acceso sin restricciones al sitio, más el uso de las fuerzas estadounidenses de instalaciones y áreas acordadas”. Pratt me dijo que este acuerdo le permite a las tropas norteamericanas “muchos más privilegios que aquellos prescritos para diplomáticos en la Convención de Viena. No necesitan pasaporte para ingresar a Ghana. Todo lo que precisan es su credencial del ejército. Ni siquiera requieren visas para entrar. No son sujetos a aduanas o cualquier otro tipo de inspección”.
Ghana le ha permitido a las fuerzas armadas de los Estados Unidos “usar de forma gratuita las radiofrecuencias ghanesas”, dijo Pratt. Pero el hecho más sorprendente de este acuerdo es que “si un soldado estadounidense mata a ciudadanos ghaneses y destruyen sus propiedades, no serían juzgados en el país. Los ghaneses no podrán denunciar a soldados o al Gobierno de los Estados Unidos por compensaciones si los familiares fuesen asesinados, o sus propiedades destruidas, por el ejército de los Estados Unidos o sus tropas”, agregó Pratt.
¿Por qué Ghana permitiría esto?
El acuerdo permite desestimar la soberanía ghanesa. Pratt me dijo que la ideología política del Gobierno que actualmente ostenta el poder en su país ha sido adherirse a la prolongada historia de apaciguamiento ante las exigencias que hacen los estados coloniales y occidentales, comenzando por Inglaterra – el poder colonial que gobernó en la Costa de Oro (el antiguo nombre de Ghana) hasta 1957 – y está al frente del suministro de “acceso irrestricto” a las tropas de los Estados Unidos bajo este acuerdo de defensa.
El actual presidente, Akufo-Addo, proviene de la ideología política a la que obedeció el ex primer ministro Kofi Abrefa Busia (1969-1972). A inicios de los años 50, me dijo Pratt, aquellos que seguían esa línea ideológica “enviaron una delegación al Reino Unido para persuadir a las autoridades de que era demasiado temprano para concederle la independencia a la Costa de Oro”. Esto llevó a un golpe de Estado en el país, donde aquellos que apoyaban esta postura “colaboraron con la Agencia General de Inteligencia para derrocar al Gobierno de Kwame Nkrumah el 24 de febrero de 1966, y se opusieron a la imposición de sanciones al régimen de apartheid de Sudáfrica en 1969”, contó Pratt. El actual Gobierno, agregó, haría lo que fuera para complacer al Gobierno de los Estados Unidos y sus aliados.
¿Por qué Estados Unidos está interesado en Ghana?
Los Estados Unidos alegan que su presencia militar en el continente africano está relacionada con su campaña de contraterrorismo y apunta a evitar la entrada de China en esta región. “No hay presencia militar china en Ghana”, me dijo Pratt, y, en efecto, la idea de la presencia china está siendo usada por los Estados Unidos para profundizar su control militar sobre el continente por motivos más prosaicos.
En 2001, el Grupo para el Desarrollo de la Política Energética Nacional del entonces vicepresidente Dick Cheney publicó el documento de su política. El contenido de este informe demuestra, según Pratt, que los Estados Unidos entendieron que ya no podrían “continuar valiéndose del Medio Oriente para su suministro energético. Para cumplir con las necesidades energéticas del país era imperativo dar un viraje hacia África Occidental”. Además de los recursos energéticos de la región, Ghana “tiene enormes recursos nacionales. Actualmente es el mayor productor de oro en el continente… y [está entre los diez mayores productores de oro del mundo.] También es el segundo mayor productor de cacao del planeta. Tiene hierro, diamantes, manganeso, bauxita, petróleo, gas, litio, y abundantes recursos hídricos, incluyendo el lago artificial más grande del mundo”. Aparte de todos estos recursos, la ubicación de Ghana sobre la línea ecuatorial lo hace valioso para el desarrollo agrícola, y – además – ostenta el banco más numeroso de profesionales de habla inglesa altamente capacitados, lo que los hace inapreciables para cumplir con las demandas del sector servicios de occidente.
Más allá de estos temas económicos, dijo Pratt, el Gobierno estadounidense ha intervenido en Ghana – incluyendo el Golpe de 1966 – para evitar que el país tuviese un papel de liderazgo en el proceso de descolonización en África. Más recientemente, los Estados Unidos notaron que Ghana es un aliado confiable en varios de sus proyectos militares y comerciales en todo el continente. Es en función de aquellos proyectos, y no en los intereses nacionales del pueblo ghanés, dijo Pratt, que los Estados Unidos construyeron su base en un sector del aeropuerto civil de Accra.
Fuente: Globetrotter