Este domingo son las elecciones en Alemania y la gran novedad es que Angela Merkel ya dijo que no va por un nuevo mandato.
Novedad porque la primera mujer en ser Canciller de Alemania marcó el destino de ese país durante los últimos 16 años, y no podíamos no dedicarle una columna.
Empecemos por su vida previa a la política. Nace en 1954 como Angela Kassner, y el apellido que le conocemos lo toma de su primer marido.
Estudió Física en la Universidad de Leipzig y se doctoró en Química Cuántica. Un dato interesante, Leipzig era parte de la República Democrática Alemana, el lado sovietico de Alemanía.
Ingresa a la política en 1990 a la centro derechista Unión Cristianodemócrata (CDU). En esos años de la caída del muro de Berlín, suceso del que Merkel se enteró tarde porque estaba en un sauna al que iba todas las semanas.
Su ascenso político se da en el año 2000, cuando la CDU se enfrentó a un escándalo de financiación irregular, lo que le permitió sacarle a su mentor, Helmut Kohl, la secretaría general.
En 2005 pasa a la historia como la primera mujer y primer político crecido en el Este en hacerse con la Cancillería alemana.
Durante estos 16 años enfrentó varios desafíos.
Uno de los más importantes fue la crisis del euro en 2010, donde cumplió un papel muy destacado por su dura postura para imponer medidas de austeridad a los países que estaban en crisis. La postura alemana fue determinante en el brutal ajuste que se impuso contra Grecia, que hasta hoy tiene consecuencias.
La otra gran crisis es la migratoria, cuando el gobierno de Merkel comenzó a tomar medidas contra los migrantes indocumentados. Una muestra de esas crisis sucedió en un programa de TV que tenía Merkel.
En uno de esos programas una niña palestina le dice que no quiere que la deporten, Merkel responde “al menos espero que si te van a expulsar, te avisen con tiempo”.
Luego de eso, el gobierno alemán comienza a flexibilizar las medidas contra los migrantes, pero al mismo tiempo financia que el gobierno de Turquía para que los turcos armen una serie de campos de detención en la frontera con Siria para evitar que los migrantes lleguen a Europa y mantuvo las intervenciones militares, junto a Estados Unidos.
Otro hecho interesante fue en 2017, cuando la Cámara baja alemana aprobó la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo. En esa ocasión Merkel fue una ferviente opositora.
Tanto se opuso que cuando se aprueba la revista “Straight” hizo un video donde una doble de Merkel aparece abrazada por una mujer, mientras de fondo se escucha la noticia de que el Parlamento aprobó el matrimonio homosexual.
¿Qué pasará después de su retiro? Merkel dijo que quiere descansar y leer. Algunos como el escritor David Safier imaginan a la excanciller como protagonista de algún caso policial, como narra en su novela negra “Miss Merkel”.
También queda la incógnita de qué nuevo gobierno saldrá de las elecciones del domingo, donde las principales fuerzas políticas, el CDU y la Socialdemocracia se ponen a prueba en un país que muchos toman como “modelo” pero donde lo que más creció es la precariedad laboral y la desigualdad.
Publicado originalmente en La Izquierda Diario.
