“En la historia de todos los pueblos sometidos a la explotación extranjera, siempre ha surgido ese tipo nativo que deriva su prosperidad material y su degeneración moral de la explotación de su propio país.”
Pedro Albizu Campos
Nuestro lucha, como puertorriqueños conscientes debe ser radical. Es decir, hay que ir a la raíz. En nuestra Nación, hoy la representación viva de la violencia económica-política del imperio es la Junta de Control Fiscal estadounidense. Esta entidad es la que empuja y ejecuta la explotación económica-social-política sobre nuestro pueblo.
La junta desde su creación bajo la presidencia de Barrack Hussein Obama, con el respaldo de casi la totalidad de la oficialidad del Partido Demócrata y en alianza con el Partido Republicano, intermediarios del gran capital, forjan las acciones por las cuales exprimen hasta el bagazo, a los trabajadores y trabajadoras boricuas.
Y tienen abundantes cómplices: los Bathia y Seilhammer de la vida, que sirvieron de fachada para empujar la privatización de la Autoridad de Energía Eléctrica; el PPD con la castración de PREPA NET; con los Rivera Schatz y Johnny Méndez de la vida, que nos encajaron a los boricuas por al menos 40 años más el IVU legalizando los ilegales bonos de COFINA; estas son acciones que fueron impuestas desde la Junta de Control Fiscal, que sigue el plan delineado desde y por el gobierno de los Estados Unidos.
¿Qué ha quedado claramente demostrado estos 5 años de la Junta en Puerto Rico?
Esta agencia de la especulación financiera estadounidense quiere condenar a los puertorriqueños a décadas de precariedad, de destrucción de protecciones mínimas a las trabajadoras y trabajadores boricuas, al deteriorar las condiciones de pobreza que encara nuestro pueblo. Eso es lo que el Plan de Ajuste Fiscal prescribe para nuestra gente.
• Destrucción de la Universidad Pública.
• Desmantelamiento de los fondos colectivos de los Trabajadores y Trabajadoras como el fondo del seguro del estado
• Destrucción de los haberes públicos al empujar la privatización de los recursos costaneros, principalmente las playas del país
• Apropiación de los recursos de agua de los terrenos agrícolas y áreas de alto valor ecológico. Esta privatización amenaza el que podamos controlar todos los recursos necesarios para poder alimentar a nuestra gente.
• La destrucción de los sistemas de pensiones públicos son objetivos fundamentales de la Junta de Control Fiscal.
• El imponer un modelo privatizado de producción de energía eléctrica que como nos demostró recientemente el estado de Texas, el único sistema eléctrico en los EEUU que funciona como un “libre mercado” siguiendo las “leyes de oferta y demanda”, en medio de un desastre natural, a quienes tuvieron la “suerte” de no perder la energía eléctrica, recibieron facturas de luz que oscilaban entre $ 9,000.00 y $17, 0000. Hoy el ejemplo de esa privatización es el contrato leonino a LUMA, que pretende dar un regalo de más de 9 mil millones de dólares a esta corporación y pagarle por administrar los mismos.
La Junta de control fiscal cuesta una millonada por imponer el pago de una deuda que es ilegal, ilegitima y odiosa. En la prensa del país se establece que se le asigna millonarios fondos a la Junta. Para el 2019, por ejemplo, la Junta Colonial recibió 41.2 millones de dólares. En otros partes de prensa se señala el gasto de 2. 5 millones de dólares a 5.7 millones de dólares mensuales. Otra cifra escandalosa es que desde el 2017, se ha gastado 858 millones de dólares por PROMESA y su junta de control fiscal. Ese dinero lo hemos pagado nosotros con nuestros impuestos. ¿Y a cambio de qué? Después de 5 años el país sigue sin desarrollo económico, con menos derechos y una deuda a pagar por los próximos 40 años.
Hay que detener a la Junta Colonial, y la Ley PROMESA. Nos están desangrando, robando a mano armada. Montando una estructura que quiere condenarnos a no tener la posibilidad de controlar y construir una economía y una sociedad digna y justa para todas y todos los boricuas. Aquí no hay que auditar ninguna deuda, una deuda apercibida en una colonia es responsabilidad de quien tiene la soberanía. Si el congreso de los EEUU, como lo ha hecho, reclama todo el poder pues el Congreso y el gobierno de Estados Unidos tiene toda la responsabilidad.
Hay que organizar y luchar en la calle y en cada escenario necesario, para que no nos roben a las generaciones de hoy y las de mañana los elementos necesarios de la nación para tener la posibilidad de un país digno.
Tomado de El Boletín del Movimiento Ñin Negrón.
