Cuba y la Cultura de Paz

¿Como es posible que un país pobre, asediado por más de seis décadas por el imperio más poderoso de la historia de la humanidad, ha logrado los niveles más bajos de criminalidad de todo nuestro continente? 

¿Como explicar la evidente cultura de paz social existente? ¿Será el reflejo del triunfo sobre el narcotrafico y el crimen organizado a gran escala en Cuba, desde el triunfo de la Revolución del 1 de enero, del 1959?

¿Cuál es el impacto positivo en la salud fisica y mental de su población, en donde no proliferan los adictos a drogas, que por su condición de salud, se convierten en criminales, para poder satisfacer sus necesidades?

¿Acaso el bajo nivel de la criminalidad, está íntimamente relacionado a este tipo de sociedad, donde no hay acceso a un mercado ilegal de drogas, que convierten en adictos a un sector importante de la población?

¿Será por la prohibición a la venta de licencias para portar armas de fuego, por parte de la ciudadanía, lo que impide que se multipliquen los actos crimínales, sobretodo violentos en Cuba? ¿O es una combinación de todos los factores anteriores?

Las estadísticas de la ONU así lo reflejan. Cuba es hoy una nación libre del narcotrafico y el crimen organizado y esa es una gran conquista que hay que  divulgar masivamente. Solo un ejemplo, mientras en Puerto Rico, los crímenes violentos han llegado a aumentar hasta 31% por cada 100 mil habitantes, en Cuba esa escala apenas alcanza el 5%.

¿Y como valorar justamente el impacto tan positivo en la salud mental, de esa cultura de paz, que se refleja en la calidad de vida, en la tranquilidad y la armonía que se vive en Cuba? 

En verdad, ese aspecto neurálgico de la realidad cubana no ha sido estudiado, ni investigado plenamente, aún por los medios de comunicación masivos aliados de Cuba, ni por los organismos internacionales como la ONU. Vale la pena dedicarle tiempo y espacio a reportajes sobre este tema. Quizás TeleSur podria abrir ese camino, como ya ha logrado con gran profesionalismo, en tantos otros asuntos vitales de nuestra región y del mundo.

Una investigación de los datos accesibles por algunas entidades internacionales, comprueba que la ausencia del narcotrafico y el crimen organizado, es un logro extraordinario de gran valor social que ha permitido construir una cultura de paz, sin precedentes en Cuba. Solo comparable a los países nórdicos, que gozan de los niveles más altos de calidad de vida del mundo, pero claro, esos no han tenido que enfrentar un embargo criminal e inhumano por parte de USA, desde el 1962.

Por otro lado, no olvidemos que la relación entre los fundamentos de la cultura de paz, se enmarca simultáneamente como un derecho humano esencial. Como visualizó el Héroe Nacional cubano José Martí, esta relación quedó nítidamente establecida cuando expresó: “La condición única de paz, es aquella en que no haya un solo derecho mermado.” 

Debemos recordar, que el derecho humano a la educación, a la salud y a la paz, de la cual Cuba es un ejemplo vivo, es reconocido por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 de la ONU, en su artículo 26: 

“La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos y religiosos; y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.”

En este artículo se le concede una gran importancia a la educación y se establece una estrecha relación entre ella y los derechos humanos, al considerar que la educación se propone extender el conocimiento, promoción y defensa del resto de los derechos. Además, se considera que el objetivo principal de la educación es el desarrollo integral de la persona, para impulsar la defensa de todos los valores que contienen los derechos humanos. 

Para el logro de una convivencia en paz, es indispensable que las personas conozcan los derechos humanos, exijan que se cumplan y respeten por todos. De ahí, que sea necesario educar a las diferentes generaciones, para que  forme parte de la vida cotidiana, razón por la que debe estar presente en todos los contextos. “Ser cultos, es el único modo de ser libres,” diría sabiamente José Martí.

De nuevo, Cuba Soberana y Socialista, brilla y se agiganta como un referente importante en la consecución de “un hombre nuevo y superior”, como visualizó el Apóstol de Cuba.

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Author: José (Papo) Coss

Historiador y Activista Social. Graduado de la Universidad de Puerto Rico y tiene su doctorado en Historia del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe. Fue presidente de la FUPI y dirigente estudiantil en los primeros años de la década de 1970. Productor de espectáculos y consultor en comunicaciones.