A pocas horas de culminado el proceso electoral de 2024 se impone una reflexión sobre los resultados. No pretendo en estas breves líneas realizar un análisis completo de los resultados electorales, sino más bien formular una primera reflexión sobre el impacto de los mismos sobre la clase obrera.
Lo primero que hay que destacar es que no hay lugar para las desilusiones. Me parece que demasiados compañeros estaban seguros que Juan Dalmau habría de ganar las elecciones. Y al éste no ganar andan expresando su tristeza y frustración. Mi posición es todo lo contrario: si Dalmau hubiese ganado la gobernación de seguro no hubiese podido implantar el programa de la Alianza ni el de los sindicatos. ¿Por qué? Porque hubiese tenido la legislatura en contra, tanto la Cámara de Representantes que inicia el proceso presupuestario como el Senado que aprueba los nombramientos. Hubiese tenido en contra a los tribunales y a la Junta de Control Fiscal. Bajo estas circunstancias se le hubiese hecho prácticamente imposible gobernar.
Pero ahora pasó al revés.
¿Qué significa para la clase obrera el triunfo del PNP? ¿Qué significa para la clase obrera el triunfo de Donald Trump en los EE.UU.? ¿Qué vamos a hacer para defender nuestros derechos y lograr nuevas conquistas?
El triunfo abarcador del PNP significa que es a ese partido que le toca implantar nuevas medidas de austeridad contra la clase obrera. Sabemos que el PNP habrá de continuar con sus políticas anti-obreras que han incluido, entre otras, políticas de privatización, reducción de derechos laborales (tanto en el sector público como privado) y la congelación de los convenios colectivos en agencias de gobierno y corporaciones públicas. Evidentemente eso no augura nada bueno para los derechos de los trabajadores y mucho menos para sus organizaciones sindicales. Pero tampoco augura nada bueno para la imagen o la estabilidad del gobierno.
De otro lado no es secreto que el SuperPAC Democracia es Prosperidad apoyó a muchos de los legisladores electos: 4 senadores y 5 representantes por acumulación, al igual que 7 representantes y 5 senadores por distrito. A cambio del apoyo recibido por los patronos, este grupo legisladores, tanto del PNP, PPD y de PD, habrán de aprobar nueva legislación de beneficio para los capitalistas, los patronos y en detrimento de la clase obrera en aras de la “libertad económica”. A modo de ejemplo, en su video introductorio Democracia es Prosperidad se lamenta de que en Puerto Rico “tenemos la reglamentación laboral más restrictiva de todos los Estados Unidos”. ¿Y qué consideran los patronos como “reglamentación laboral más restrictiva”? Esto va desde el pago de licencia de vacaciones y enfermedad, pagos de bono de navidad, protección contra despidos injustificados, licencia por maternidad así como otros derechos laborales conquistados por la clase obrera en Puerto Rico.
Nadie se llame a engaño. La clase obrera en Puerto Rico enfrenta cuatro años difíciles ante un gobierno que sólo pretende favorecer los intereses de los ricos y los patronos y que habrá de legislar de conformidad. Los pocos derechos que nos quedan, tanto en el sector público como privado están amenazados. La privatización de nuevos servicios públicos está a la orden del día para favorecer los “amigos del alma”. Ante esta realidad, se impone que los sindicatos evalúen con mucha seriedad la difícil coyuntura que vivimos y se prepare para una larga lucha.
Toda esta situación habrá de levantar el ánimo de lucha del pueblo contra las medidas de austeridad. En este escenario, la clase obrera y sus organizaciones pueden y tienen que organizar una lucha militante contra los patronos y su gobierno. Y como parte de esta lucha, el movimiento sindical deberá aprender las mejores formas de actuar políticamente, como ya ha comenzado a hacerlo.
Como parte de esta reflexión debemos reconocer que la lucha – que por necesidad tendremos que librar – no puede ser un “sálvese quien pueda”. No es hora de que cada sindicato piense que la “salvación es individual”. Resulta indispensable continuar el trabajo iniciado por la Coalición Sindical para defender los derechos que tenemos y luchar por los derechos que se reclamaron en el documento “Las propuestas para el país que merecemos”. Debemos recordar que la gobernadora electa no firmó las propuestas formuladas por los sindicatos. Y no es de extrañarse. Su compromiso no es con el pueblo trabajador sino con los patronos y los ricos.
Finalmente es importante hacer una reflexión sobre nuestra responsabilidad en los sindicatos ante los resultados electorales. No busquemos la paja en el ojo ajeno si no reconocemos la viga en el propio. ¿Hicimos todo lo posible para evitar este resultado electoral?
A modo de ejemplo, el 22 de octubre de 2023 el Movimiento Solidario Sindical llevó al Junte de Mujeres Sindicalistas a su asamblea donde se presentó el proyecto de la Alianza de País y la Asamblea aprobó el apoyo por unanimidad. El 20 de octubre de 2024, el MSS invitó a su Asamblea al representante de la Alianza, Javier Cordova, y los trabajadores reiteraron dar su apoyo a la Alianza de Pais.
Igualmente la Unión de Trabajadores de Industria Licorera de Ponce, quienes representan los trabajadores de la Destilería Serrallés, celebraron su Asamblea el 28 de septiembre de 2024 donde se presentó el proyecto de la Alianza, el cual fue acogido por la matricula de manera positiva.
Estos dos ejemplos demuestran que no debemos temer la discusión de temas políticos con nuestras bases. Si nos tomamos el tiempo y el esfuerzo necesario de explicar pacientemente, los trabajadores de base comprenderán muy bien lo que está en juego.
No es el momento de la frustración. Cuando decimos que hay que luchar en las urnas y en la calle significa exactamente eso: ya votamos, ahora es el momento de continuar nuestra lucha en la calle. Es el momento de prepararnos para lo que viene fortaleciendo nuestras organizaciones y estableciendo los vínculos y relaciones necesarias. Es hora de transformar las estructuras y comités electorales en estructuras y comités de lucha para la militancia en la calle. Y debemos estar a la altura del momento.
Como dijo hace muchos años atrás un viejo y sabio filósofo chino: “Todo bajo el cielo está en completo caos, la situación es excelente.”