Los pasados viernes 17, sábado 18 y domingo 19 de mayo, 110 comunistas de todas partes del país (y extranjeros) nos reunimos para fundar la Organización Comunista Revolucionaria (OCR), que será la sección mexicana de la Internacional Comunista Revolucionaria.
En la Alianza de Tranviarios de México, uno de los sindicatos más longevos del país, inauguramos el congreso con la discusión del Manifiesto de nuestra Internacional, introducido por Jorge Martin, dirigente de la aún llamada Corriente Marxista Internacional que impulsa la creación de la Internacional Comunista Revolucionaria. En este debate había una idea clara: la crisis del sistema capitalista exige con presura ya no sólo la formación de partidos comunistas, sino de toda una Internacional que recupere lo mejor de la tradición y fuerza de las 1ª y 2ª internacionales fundadas por Marx y Engels, la 3ª Internacional fundada por Lenin y representada en sus primeros cuatro congresos, y las ideas que dieron origen a la 4ª Internacional fundada por Trotsky.
Esta tarea exige no sólo una lucha práctica, sino también en el plano de las ideas. Las ideas ajenas a la lucha del proletariado abundan hoy más que nunca, es necesario darle un frente sin tregua recuperando la bandera del marxismo, del materialismo dialéctico. Asi mismo, señalamos el gran papel de las mujeres y de la juventud en estas tareas, donde toman un rol protagónico en el porvenir. Hubo variadas intervenciones en las que participaron tanto compañeros veteranos como jóvenes comunistas. ¡El Manifiesto de la Internacional fue aprobado unánimemente por todo el congreso, dando un paso a la construcción de la nueva Internacional en México!
Durante el fin de semana, el congreso continuó en las instalaciones del Sindicato Independiente de los Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM). Continuamos con una discusión de las perspectivas nacionales que fue introducida por el camarada Ubaldo Oropeza, en un país a punto de tener elecciones nacionales. Se debatió con claridad no sólo las limitaciones del reformismo, sino también la crisis de violencia, la militarización, la aguda dependencia del país al imperialismo norteamericano y, sobre todo, la profunda crisis de toda la política burguesa, con una “izquierda” electoral en decadencia y con una derecha totalmente desvirtuada y sin fuerza alguna. Todo ello nos deja ver que las condiciones objetivas para un movimiento comunista de la clase obrera están más que maduras, faltando en la ecuación únicamente el factor subjetivo: el partido, la vanguardia que lidere al proletariado mexicano a la toma del poder y llame a la revolución internacional.
Para la creación de este partido discutimos que la fundación de nuestra organización es clave como antesala, así como lo es contar con un programa claro. Carlos Márquez introdujo la discusión sobre el programa que tuvo acalorados debates. El programa debe buscar llamar a la clase obrera a una lucha concreta por: la reducción de la jornada de trabajo a 35 horas semanales, por un derecho a la vivienda asegurada, por la garantía de la educación a toda la población de 0 a 25 años, por la creación de guarderías, lavanderías, comedores, y otros servicios públicos en todos los municipios del país, por un sistema de transporte público nacional eficiente, contra la violencia hacia las mujeres, contra la ilegalización de los migrantes que pasan por México, por la expropiación inmediata de las industrias y banca de todos los magnates que evadan impuestos, así como de las palancas fundamentales de la economía, por la planificación económica, por la destrucción del actual Estado represor y su sustitución por un Estado obrero administrado democráticamente, etc. Ese es el programa de la OCR.
Continuamos con la aprobación de nuestros principios y estatutos, punto expuesto por el compañero Saúl Haro. En ellos se exponen los fundamentos de una organización comunista, es decir, que no luchamos por sueños sino por realidades; la realidad de un mundo al borde del colapso causado por el capitalismo, la realidad de un mundo cada vez más caótico lleno de guerras, asesinatos y genocidios, y donde solamente la clase proletaria es capaz de levantarse y derrocar el sistema y llevar una transición a un sistema superior.
También, y por ello mismo, nos planteamos como leninistas el comprender el papel de la dirección, de la vanguardia del proletariado que tenga con claridad y certeza el objetivo de terminar con este sistema de raíz. También somos internacionalistas, y por lo tanto, vemos como una necesidad el que la revolución no quede aislada en un sólo país, sino que llame a la unión del proletariado de todos los países. Así pues, nuestro método será el del partido Bolchevique, el centralismo democrático, que termine con la idea pequeñoburguesa de la libertad individual para avanzar a la unión de clase por un mismo fin.
Por último, estos documentos explican el papel de las burguesías nacionales de los países de capitalismo atrasado y dominados por el imperialismo. El capitalismo dependiente, totalmente parasitario y servil, como es el caso de nuestro país, nos llama a recuperar la tesis de la revolución permanente de León Trotsky, donde no debemos esperar a que sea la burguesía la que revolucione al sistema. Solamente el proletariado organizado será capaz de romper con las cadenas del imperialismo y la subordinación y debe extender la revolución socialista a nivel internacional.
La OCR nace como la agrupación de comunistas que, siguiendo el método de Marx y Engels, comprende la necesidad de un partido tal como el Bolchevique, llevando en alto las ideas de Lenin y Trotsky por el internacionalismo proletario y la implantación de la dictadura del proletariado que dé fin al sistema capitalista.
Teniendo las ideas claras, seguimos con un balance de nuestro desempeño político y organizativo desde el último Congreso expuesto por la compañera Karen Campos. En este, evaluamos lo hecho hasta hoy y medimos nuestras fuerzas para las tareas que nos esperan…
Hasta esos días éramos 194 comunistas en el país (¡hoy ya superamos los 200!), desde Tamaulipas hasta Quintana Roo, teniendo presencia de comunistas que radican en Sonora, Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Puebla, Querétaro, CDMX, Edomex, Yucatán, Sinaloa, Chihuahua, Oaxaca, Michoacán, Campeche y Quintana Roo; así como comunistas de una gran variedad de universidades: UNISON, UADY, IPN, UNAM, UAM, BUAP, etc.
Varias intervenciones se orientaron a nuestro nuevo periódico Revolución Comunista, que salió tras un democrático debate en nuestros Grupos de Base, del que ya ha aparecido su número 2 y tiene el objetivo de llevar las ideas de la revolución a más sectores del país y servir como un organizador colectivo.
Por su parte, nuestra editorial, el Centro de Estudios Socialistas Carlos Marx, permite la impresión de una gran variedad de libros desde los clásicos y contemporáneos del marxismo, pasando por cuadernillos de formación política de diversos temas.
Todo este aparato se logra sustentar en primer término por nuestras ideas pero también por un trabajo militante que se expresa en nuestras finanzas internas y que tienen un sustento importante en las cuotas militantes que aportamos todos los miembros. En el último periodo, estas no sólo han logrado mantener todos los gastos, sino que ha dado lugar a un superávit que da certeza a la autonomía financiera y posibilita en consecuencia nuestra autonomía política.
En este punto debemos mencionar con orgullo que durante nuestro congreso juntamos ¡$91,255.50!, de colecta, producto de las aportaciones de toda la militancia, y que tendrá como fin el pago de la renta de nuestro local central por los próximos 11 meses. El objetivo planteado era de 80 mil pesos mexicanos, lo cual era difícil de lograr, pero fue incluso superado como reflejo del ánimo y confianza en nuestras ideas y las perspectivas de desarrollo de nuestra nueva organización. Este es un logro de suma importancia, pues nuestro local es el centro de trabajo para la organización, donde imprimimos la prensa, el centro editorial, donde parte el seguimiento del trabajo de cada uno de los estados de la república donde tenemos comunistas organizados. Pero también es importante porque refleja el compromiso y comprensión del sacrificio revolucionario de todos nosotros con la construcción de la OCR.
Introducido el tema por Rafael Zavala, también discutimos nuestro trabajo en la lucha de clases dentro del movimiento obrero, de la mujer y estudiantil; para cada caso se estableció una mesa de trabajo y discusión. En cada mesa se sacaron acuerdos de trabajo que se leyeron en el pleno.
Durante nuestro congreso nos acompañaron organizaciones hermanas, es de destacar los saludos recibidos del Frente de Escuelas Democráticas Febrero 25 y del Grupo 19 de Noviembre de San Juan Ixhuatepec. También recibimos una decena de saludos de diversas secciones de la Internacional.
El congreso estuvo lleno de debates vivos, en los que se sustentaron puntos fundamentales de nuestros principios y perspectivas y salieron a relucir inquietudes de jóvenes compañeros. Hubo polémicas e incluso también diferencias, pero como explicó Jorge Martín en la clausura del congreso, son más sólidos los puntos que nos unen y en los principios fundamentales estamos de acuerdo. Lo que marcó a nuestro congreso es una gran confianza en el futuro comunista reflejado en enorme entusiasmo.
Terminamos votando por unanimidad por la fundación oficial de la Organización Comunista Revolucionaria y con el canto de la Internacional.
«Agrupémonos todos
en la lucha final.
¡El género humano
es la Internacional!»
Fuente: Organización Comunista Revolucionaria de México
Estás a tiempo para participar en la Escuela Mundial de Comunismo y la fundación de la Internacional Comunista Revolucionaria. Inscríbete aquí: https://schoolofcommunism.com/es/
