La Federación Sindical Mundial (FSM) con motivo del Día de la Tierra Palestina, el 30 de marzo de 2024, expresa su plena solidaridad y apoyo al heroico pueblo de Palestina, que resiste y lucha contra la brutalidad sin precedentes del Estado asesino de Israel, con el asesinato masivo de civiles, el desarraigo de su tierra y la limpieza étnica.
El derramamiento de sangre en curso y cada vez más intenso desde el 7 de octubre, que ya se ha cobrado la vida de decenas de miles de personas y ha herido a muchas más, hace que la necesidad de intensificar nuestras acciones en solidaridad con el pueblo palestino que lucha sea más urgente que nunca.
El bombardeo brutal e inaceptable de todas las estructuras sociales e institucionales (hospitales, ambulancias, escuelas, parlamento, servicios sociales, hogares, instituciones laicas y religiosas), y el asesinato deliberado de civiles, constituyen crímenes contra la humanidad, cometidos gracias al apoyo que Israel recibe de Estados Unidos, la Unión Europea y el resto de sus aliados. Se está llevando a cabo una nueva Nakba, contra la cual exigimos enérgicamente medidas urgentes y concretas para detener el genocidio del pueblo palestino de inmediato.
La causa fundamental de esta situación es la ocupación y el asentamiento ilegal de los territorios palestinos ocupados por Israel y los continuos crímenes y bloqueos diarios de Gaza que se han cometido contra el pueblo palestino durante decenios. Estos inaceptables, indescriptibles y constantes crímenes, injusticias, persecuciones y guerras han sido realizadas por el estado Israelí que se caracteriza por la ideología supremacista sionista y está apoyada por las fuerzas imperialistas y los intereses del capital.
El apoyo y la solidaridad consecuentes y de principios con el heroico pueblo palestino siempre han sido una prioridad para el movimiento sindical internacional de clase. La única manera de garantizar y consolidar la paz y la seguridad en la región es poner fin inmediatamente a la ocupación y los asentamientos israelíes en territorio palestino y en otros países árabes como Líbano y Siria, como se estipula en decenas de resoluciones de la ONU y otras organizaciones e instituciones internacionales que nunca han sido respetadas por Israel. incluida la decisión de la Corte Internacional de La Haya de adoptar “medidas inmediatas” y eficaces para poner fin a la agresión contra Gaza tras la importante iniciativa antimperialista de Sudáfrica, apoyada por muchos otros países y organizaciones. Debe establecerse un Estado palestino independiente en las fronteras de 1967 con Jerusalén Este como su capital, garantizando el derecho al retorno de los refugiados palestinos.
Quisiéramos destacar aquí un elemento particularmente horripilante del genocidio en curso, provocado por la voluntad sionista de desarraigar al pueblo palestino de su tierra: la eliminación sistemática de los niños.
Según el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA), el número de niños asesinados en poco más de cuatro meses en Gaza es superior al número de niños muertos en cuatro años de guerras en todo el mundo: más de 13.000 niños muertos, miles más heridos, amputados sin anestesia, más de 17.000 huérfanos. En la Franja de Gaza, la gente no solo muere bajo las bombas. Las condiciones de los civiles, pero especialmente de los niños que aún viven, se están deteriorando cada vez más, y decenas de ellos mueren de hambre. Como señala la UNRWA: “No olvidemos que los niños que sobreviven al hambre tendrán una vida marcada por problemas de salud como déficits cognitivos y retraso en el crecimiento.
Todo esto ocurre en el contexto de una catástrofe humanitaria que hasta ahora ha dejado más de 340 trabajadores de la salud muertos en el ejercicio de sus funciones. A pesar de la trágica situación, la presión sionista ha dado lugar a que 16 países recorten la financiación de la UNRWA, lo que tiene un enorme impacto negativo en la atención vital de más de dos millones de civiles, más de la mitad de ellos niños.
Al mismo tiempo, también está claro que a medida que se intensifica la agresión imperialista, nuestra solidaridad debe intensificarse también. Mientras los palestinos de Gaza llevan meses viviendo sin alimentos, agua ni electricidad, mientras se lanza un ataque militar sin precedentes para hacer inhabitable el territorio de Gaza, ¡los trabajadores y los pueblos del mundo siguen luchando para apoyar al pueblo palestino!
Los sindicatos combativos y clasistas unen sus voces al pueblo palestino que resiste, condenan la hipocresía imperialista y exigen un alto el fuego inmediato, el fin de la ocupación imperialista, sionista y bárbara.
La FSM, con ocasión del 30 de marzo, observado como el Día de la Tierra Palestina”, llama a sus afiliados y amigos, a los sindicatos clasistas y combativos de todo el mundo a organizar iniciativas, luchas, movilizaciones y manifestaciones, bajo el lema: “¡Liberad Palestina! Alto al genocidio”.
La acción solidaria debe expresar el pleno apoyo del movimiento sindical clasista a las legítimas reivindicaciones palestinas con manifestaciones, movilizaciones, protestas, huelgas, iniciativas y luchas de diversas formas, utilizando el instrumento del boicot militar, así como el boicot comercial, académico e institucional que fue tan importante para derrotar al Apartheid en Sudáfrica, y que constituye un medio de lucha muy importante en solidaridad con Palestina.
Luchamos con todas nuestras fuerzas contra el Estado genocida y colonialista de Israel, rompiendo todos los lazos y bloqueando el suministro de armas, movilizándonos ante las fábricas de armas y embajadas israelíes, las grandes cadenas multinacionales que comercializan productos israelíes, en las universidades y centros de investigación que promueven la propaganda y los informes israelíes, los gobiernos e instituciones nacionales e internacionales que siguen manteniendo relaciones privilegiadas con este Estado criminal.
El Secretariado de la FSM
Fuente: Federación Sindical Mundial