Córdoba, Santiago del Estero, Buenos Aires, Rosario, Mendoza, etc. en todas y cada una de las grandes ciudades nos movilizamos de a cientos de miles contra la Ley Ómnibus y el DNU. Demostrando a las “fuerzas del cielo” de Milei, Macri, Caputo y Bullrich que no les va hacer fácil imponer en los hechos semejante paquetazo.
Después de asumir el 10 de diciembre, el flamante gabinete comandado por Milei/Caputo descargo con total impunidad un paquetazo que intenta modificar más de 800 leyes poniendo patas para arriba al país: ley de tierras y Glaciares, ley de medicamentos, contra reforma laboral, cierre del Congreso y declarar la emergencia pública y delegar las facultades legislativas en el Poder Ejecutivo, etc., etc., etc. dejando a los y las trabajadores y los recursos naturales a merced del gran capital financiero nacional e internacional. Un ataque en toda la línea contra la clase obrera.
En la jornada de hoy se demostró la voluntad de lucha de los de abajo para rechazar semejante ataque.
La burocracia de la CGT a sabiendas de lo que se venía desde un primer momento y con el acuerdo del bloque de diputados de Unión por la Patria convocaron a una movilización con un paro de 12 horas.
Un paro que no fue precedido por asambleas en los lugares de trabajo que permitiera a la clase obrera dar su voz con relación a sus demandas más sentidas y con los métodos tradicionales de la huelga general y ocupación de fábricas. Por el contrario, lo que intentaron fue una pantomima. Ni siquiera garantizaron que los obreros pudieran participar 100%. En muchas fábricas y empresas estuvieron obligados a trabajar y muchos comercios estuvieron abiertos porque la burocracia garantizó el transporte público. Hablar de piquetes en los accesos a la ciudad, para asegurar que los trabajadores en negro o los que no tienen cobertura sindical puedan sumarse a la lucha, es algo totalmente ajeno a los burócratas.
En el acto no hubo un llamado a la acción, ni a prepararse para el martes que nuevamente van a intentar hacer votar la Ley Ómnibus en Diputados.
Evidentemente la movilización fue masiva y decisiva a pesar de la política de la burocracia y los datos que llegan son de grandes marchas, solamente comparables a las enormes movilizaciones que conmemoran el 24 de marzo.
Nada podemos esperar de los jefes sindicales, nuevamente quedó demostrado que no hay derrota cultural. Solamente los trabajadores podemos parar este formidable ataque.
Tenemos que llevar adelante asambleas y autoconvocatorias en los lugares de trabajo y estudio, en las barriadas populares, en las empresas y en las fábricas. Vincular nuestros reclamos más sentidos a la derrota de la Ley Ómnibus y el Gobierno.
Los plenarios de trabajadores ocupados y desocupados, las Coordinadoras interfabriles y el Congreso Obrero para coordinar la lucha son las tareas indispensables del momento.
Para derrotar a Milei debemos, además, dar un salto en la lucha y la movilización ya que, únicamente con estas herramientas formidables no se para a los capitalistas. Tenemos que tener plena conciencia que la lucha, no solo es en el plano sindical sino, fundamentalmente, es en el plano político y que la misma no se va a dirimir a favor de la clase obrera en el Parlamento.
No podemos esperar más, la clase obrera debe ponerse al frente de la lucha y agregamos que debemos prepararnos para derrotar a los capitalistas y sus gobiernos, y luchar por un gobierno propio: un gobierno de los trabajadores.
¡Dotemos al movimiento contra Milei de una perspectiva de poder!
¡Por un gobierno de los trabajadores!
Fuente: Revolución