Este verano del 2023, se fundará la “Alianza de País de Puerto Rico”, como parte del período inicial, que viabilizará la derrota por primera vez del colonialismo y el capitalismo salvaje, en las elecciones del 2024.
El contexto histórico es la grave crisis económica, social y política, que padece nuestro pueblo. Esta ha sido provocada por la potencia imperial y los dos partidos neoliberales tradicionales, que se han mantenido en control del gobierno durante más de medio siglo. Ahora intentan acabar de privatizar todos los servicios públicos esenciales, conscientes de que les queda poco tiempo en el gobierno.
Nuestro éxodo masivo hacia los Estados Unidos, que ya suma casi 6 millones, responde a esta dolorosa realidad y a un plan maquiavélico estilo Hawaii, de despoblar la isla y apoderarse de todos nuestros recursos naturales. Al momento, quedan en territorio nacional, casi 3 millones de puertorriqueños.
Por otro lado, la pérdida de credibilidad del anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP) y el colonial Partido Popular Democrático (PPD), ha llegado a su peor momento en la historia, como demostraron los resultados electorales del 2020. Su apoyo ha mermado en más de 300 mil votos cada uno (20%). Ya es evidente que la inmensa mayoría de la juventud, no se identifica con su desprestigiado liderato.
Esa tendencia de disminución de apoyo electoral, continúa ampliándose, pues la mayoría del pueblo ha cobrado consciencia de que se trata de dos (2) negocios político partidistas muy lucrativos. Solo procuran aprovecharse del erario público para enriquecerse y el pueblo lo sabe.
Así lo demuestran más de 400 convicciones criminales en los tribunales federales de justicia, según cifras del ex-Presidente de USA, Donald Trump, de la actual administración de Joe Biden y del Centro de Periodismo Investigativo (CPI) de Puerto Rico. Por ejemplo, la cifra de Alcaldes enjuiciados y condenados a cumplir cárcel por corrupción, supera los veinte (20), solamente durante las últimas dos décadas.
Ese significativo declive del PNP-PPD, durante el período del 2000-2020, es sobretodo el resultado del impacto tan negativo en la opinión pública, de esos cientos de presos por corrupción. La mayoría líderes e inversionistas políticos del PNP-PPD, incluyendo jefes de agencias y “legisladrones”.
Estos funcionarios partidistas y empresarios del capital local, son a su vez intermediarios del gran capital estadounidense y se han beneficiado del robo de fondos públicos descaradamente. Las cifras de respetados economistas, estiman en más de un billón de dólares, como el monto de la estafa en las últimas décadas, aprovechando especialmente los fondos federales por desastres naturales.
Lo único que puede frenar lo que las propias encuestas de los medios corporativos reflejan, sobre la crisis definitiva de ambos partidos colonialistas, es una división de las fuerzas del cambio. Esa opción de “divide y vencerás”, es la última estrategia que les queda a los vividores del PNP-PPD, que utilizan sus medios de comunicación masivos, como punta de lanza para su manipulación noticiosa.
Mientras tanto, en las próximas semanas y meses, veremos a figuras muy prestigiosas uniéndose a la Alianza de País, como ya lo han hecho algunas personalidades antes vinculadas al PPD, como el legislador ahora independiente Luis Raúl Torres y la ex-alcaldesa de la Capital de San Juan, Carmen Yulín Cruz.
Así mismo, se integrarán decenas de líderes de los movimientos sociales, que antes se habían mantenido fuera del ruedo político y que gozan de muchas simpatías, en diversos sectores de la sociedad civil.
A la unidad con los amplios sectores sociales, más allá del acuerdo entre el emergente Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) -ya constituido en la tercera fuerza política del país- y el renovado Partido Independentista (PIP), es a lo que más le teme, el alicaído bi-partidismo neoliberal.
Especialmente se harán disponibles para entrar en la contienda electoral del 2024, muchos luchadores sindicales, ambientalistas, activistas culturales, deportistas, cooperativistas, profesionales y defensores de los derechos humanos, entre otros. Figuras emblemáticas que el pueblo reconoce por su integridad y espíritu de lucha social, más allá de preferencias partidistas tradicionales.
La clave en la fundación de la “Alianza de País” este verano y del triunfo del pueblo puertorriqueño, será mantenernos unidos en la acción, impidiendo que se siembre la desconfianza entre las fuerzas del cambio. Si prevalecen la solidaridad y el desprendimiento, poniendo siempre primero el bienestar del pueblo, derrotaremos a los corruptos en el 2024.
¡Solo perdemos, si nos dividimos!