La Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU) denuncia el más reciente ataque a la Universidad de Puerto Rico: el cierre de secciones en cursos sub graduados y graduados. En los diferentes recintos, en particular el Recinto de Río Piedras, se cerraron más de 600 secciones en el primer semestre, según informe del pasado 12 octubre 2022 d el Presidente Luis A. Ferrao, mientras en otros recintos no llegaban a 100 secciones cerradas. Hasta el momento no sabemos con precisión cuántas secciones más se han cerrado en este segundo semestre.
El cierre de secciones en masa, como está implantándose en la UPR en este momento, es detrimental para los estudiantes y es también una violación del contrato que la Universidad contrae con estos para poderse graduar en un tiempo razonable e incorporarse al mundo laboral. De igual modo afecta los índices de graduación que son un factor clave para las acreditadoras al determinar el éxito educativo de las universidades. De igual modo afecta los índices de graduación que son un factor clave para las acreditadoras al determinar el éxito educativo de las universidades. Para el sector docente, estas políticas de achicamiento de recintos, consolidación o cierres de programas no es sino la meta evidente de un plan que, amparado en las reducciones de presupuesto de la institución, lleva al desempleo a cientos de docentes por contrato altamente preparados y al incumplimiento de las condiciones laborales del docente permanente o probatorio. “Rara manera de progresar la de un país que atrasa a miles de estudiantes en el proceso de completar sus grados académicos, mientras que compañeras/os docentes se ven en peligro de perder sus empleos o a que los muevan arbitrariamente de sus recintos para completar sus cargas de clases”, expresó Ángel Rodríguez Rivera, presidente de la APPU.
El argumento de la administración para el cierre de secciones es que los cursos en la Universidad tienen que ser autosustentables. Es decir, el ingreso generado por la cantidad de estudiantes matriculados en una sección debe cubrir el salario del docente que ofrece el curso. Se plantea que el cierre de secciones redunda en un ahorro económico para la institución. Sin embargo, Rodríguez plantea que “el aludido ahorro es falso, pues los salarios de los docentes ya están presupuestados desde el inicio del año académico. El presupuesto de la UPR no corre de semestre en semestre, sino que es anual. Se busca un ahorro a costa de estudiantes y docentes, sacrifican la calidad académica y esto no es otra cosa que continuar utilizando una lógica de exclusión privatizadora al interior de la institución. Este proceso evidencia que las políticas implementadas por la Junta de Gobierno piensan a la UPR sólo en dólares y centavos, no en necesidades estudiantiles, de desarrollo académico o progreso del país”.
Según la APPU, el cierre de secciones en algunos de los recintos tiene el efecto de seguir achicando aún más la Universidad de Puerto Rico. En el proceso se pone en peligro la existencia de programas, departamentos, facultades y recintos. “Cerrar secciones es anti universitario, porque reduce la diversidad de cursos que es fundamental en la calidad académica. Cerrar secciones es anti docente, porque degrada las condiciones laborales de los docentes y hasta les arroja al desempleo. Cerrar secciones es anti sociedad, porque sabotea la educación, la inteligencia y la formación de profesionales como también el futuro de Puerto Rico” señaló Rodríguez.
Por último, la APPU exige a la Junta de Gobierno, al Presidente de la UPR, Dr. Ferrao, y a toda la administración universitaria que desistan de cerrar masivamente secciones y desmantelar programas, en especial, en el principal centro universitario de Puerto Rico: el de Río Piedras. Además, anunció que el 23 de enero el capítulo de la APPU del Recinto de Río Piedras celebrará una asamblea de docentes sin plaza para discutir los efectos de estas políticas que afectan sus condiciones de trabajo de este sector. “Exigimos al Presidente y las rectorías de todos los recintos del Sistema, que desistan inmediatamente de su intención anti estudiantil, anti universitaria, anti docente y anti sociedad de cerrar secciones y destruir la Universidad de Puerto Rico, conscientes de que es un servicio esencial. Recuerden que la educación es una inversión cuyo efecto es forjar una mejor sociedad y necesitaremos a esos estudiantes convertidos en profesionales, a esos docentes apoyando su formación y aportando desde sus investigaciones a resolver los problemas del país.