«Desastre natural»

Los desastres naturales no existen.  Ese concepto es utilizado por el sector privado, los cangrimanes del capital, o los administradores coloniales y sus amos, para evitar asumir responsabilidad por sus acciones que joden al pueblo. 

Acciones arraigadas, en el desprecio, desdén, y el racismo que sostiene la ideología de la supremacía blanca, para imponer un violento régimen colonial sobre Boriken.

No hay desastres naturales.  Pongamos, por ejemplo, Fiona.  Sin lugar a dudas trajo un evento de lluvia extraordinario.  Ahora, esa verdad irrefutable, no hace menos cierta otra verdad irrefutable: la imposición de una «planificación» para el «desarrollo», que creó y crea las condiciones que hoy infligen nuevamente otro zarpazo de destrucción, de dolor a muchas comunidades a lo largo y ancho de la nación archipiélago boricua.

Desde el diseño de un sistema eléctrico ajeno a la realidad de nuestra geografía para perseguir ilusiones de «industrias pesadas», la imposición de una visión de urbanizar horizontalmente, sembrando concreto y carreteras, destruyendo una alta diversidad de ecosistemas, suelos, bosques, zonas kársticas; con altas tasas de deforestación de todas las cuencas hidrográficas, para sostener y subsidiar la economía gringa,  una economía foránea, las de los invasores, no la nuestra, son algunas de las aristas que inciden principalmente en agravar, incrementar, exacerbar los impactos de este evento extraordinario de precipitación como el que trajo Fiona.

La extensa destrucción de ecosistemas naturales como terrenos anegados en todas sus diversidades, la destrucción de sistemas de manglares, arrecifes de coral, la deforestación y la destrucción de las cuencas hidrográficas y llanos costeros con intensas moles de concreto, son acciones que agravan los impactos de un evento extraordinario climatológico que inflige serios daños a todas nuestras comunidades. 

Y esas decisiones para imponer dicha visión son decisiones adrede de una caterva de criados del imperio, que desprecian al pueblo, desnaturalizados que validan las acciones económicas que han diezmado la capacidad natural de nuestros ecosistemas de manejar los eventos climáticos en el trópico.

La falta de electricidad en la mayor tampoco es el resultado de los impactos de Fiona. Está asociado a una administración colonial cómplice de la agenda del país invasor gringo, de construir y alcanzar un Puerto Rico sin puertorriqueños. La falta de electricidad es parte del plan de perpetuar la política económica extractivista, inherente al régimen colonial impuesto desde el 1898. Las medidas de austeridad, de privatización y la imposición de pagar una deuda ilegal, ilegítima y odiosa, es raíz fundamental, de la debacle que ocurre hoy con la falta de electricidad en nuestra nación. LUMAFIA Y sus cómplices son instrumentos del imperio en la imposición de un violento sistema de explotación económica colonial y eso no es el resultado de un evento natural.

 Así que es hora de la solidaridad y de arremangarse las mangas y luchar. Seamos solidarios y proactivos porque hay que descabezar la colonia. Esto no aguanta más.

NO MÁS DESTRUCCIÓN Y MUERTE PARA NUESTRA GENTE, PARA NUESTRO PUEBLO…O ELLOS O NOSOTROS EN LIBERTAD, DIGNIDAD, JUSTICIA Y LIBERACIÓN…

Fuente: Movimiento Ñín Negrón

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Author: Carlos Rafael Alicea Negrón

Independentista puertorriqueño afiliado al Movimiento Ñín Negrón.