Era la tarde del Primero de Mayo, frente a Fortaleza, cuando terminó la Marcha que salió de Plaza Colón. Coincidí con Angel González y Artemio Camacho. Fue inevitable que saliera su nombre y las conversaciones con él o amistades que nos pusieron al tanto de lo que enfrentaba. Nada fácil para su salud y nada extraño para su vida que recuerdo de retos muy duros.
Alexis se crió y vivió gran parte de su vida en Las Lomas y Puerto Nuevo. Estudió en la Gabriela Mistral y desde muy joven se inició en el activismo político en favor de la independencia y el socialismo. Lo conocí para 1973 cuando estudiaba en UPR-Río Piedras y recién terminaba la huelga allí. El ambiente era de mucho debate entre las organizaciones políticas estudiantiles existentes como la FUPI, la JIU y en 1974 la UJS. Otras menos conocidas como Socialistas Libertarios y Naturales en Acción trajeron a la discusión perspectivas que hoy conocemos como de género, de fuerte crítica a las burocracias de los países entonces denominados como socialistas y a métodos de lucha. Discusiones sobre el feminismo, el derecho al aborto, los derechos de personas LGBTIQ+ y el racismo se integraban a manera de reto rompiendo el tabú que había imperado hasta entonces. Para quienes nos iniciábamos en la militancia estudiantil era un hervidero de ideas nuevas, de cuestionamientos aún más radicales de lo que entonces se consideraba radical.
Alexis Irizarry Vega recién llegaba de Nueva York. Allí estuvo en la Liga Espartaquista, de la cual salió para integrarse al Partido Socialista de los Trabajadores o (PST). Fue así que, junto a varixs integrantes de Naturales en Acción y compas de otras procedencias, (dentro de quienes figuran Natacha López, Marisol, Juan Robles, Henry Bocanegra y Tony Merle fundaron la Liga de Juventud Comunista y plasmaron en sus boletines todos esos cuestionamientos, defensas y denuncias reivindicando el socialismo revolucionario.
No pasó mucho tiempo cuando la Liga de Juventud Comunista cambió su nombre a Liga Internacionalista de los Trabajadores (LIT), simpatizante de la Cuarta Internacional. Comenzó su publicación La Verdad como periódico con una imprenta que se instaló en una casa que se alquiló en Las Monjas. Ya se había integrado Pablo Soto Carriat como uno de sus dirigentes. Luego, mediante un acuerdo con Editorial Fontamara y Pathfinder Press, se fundó la Librería Betances en la calle Saldaña, contigua a lo que es hoy El Boricua. Local, que además de librería servía de salón de reuniones, charlas, foros y presentación de documentales. El mismo fue objeto de vandalismo por sectores asociados a la ultraderecha y a la policía.
Alexis fue parte del Comité Ejecutivo de la LIT y promotor del trabajo político en la lucha universitaria, no solo en la UPR, sino también en la Universidad Interamericana y lo que entonces era el Junior College. Participó activamente en la excarcelación de Lolita Lebrón, Rafael Cancel Miranda, Irving Flores, Andrés Figueroa Cordero y de Oscar Collazo. Estuvo en Nicaragua apoyando la Revolución Sandinista. Apoyo que continuó en Puerto Rico junto al del pueblo salvadoreño. Es importante destacar la profunda solidaridad de Alexis, con el derecho del pueblo Palestino, a su tierra y, su lucha anti sionista.
Para mí, junto a Pablo y a Tony fue referente del trabajo político y sindical en la fábrica farmacéutica cuando en 1978 logramos una victoria sindical con la Unión Nacional de Trabajadores mediante un trabajo efectivo de base en lo que fue Reedco-Dentco en Humacao. La única que conozco en una 936. Logramos un círculo de estudios y una entusiasta influencia política entre operarias y demás empleados de ese taller.
Entre finales de los 70 y principios de 1980 surge Villa Sin Miedo y con el entusiasmo de Alexis, la LIT se incorpora al trabajo solidario con la comunidad. El violento desalojo por parte de la Fuerza de Choque bajo el gobierno de Carlos Romero Barceló fue continuación de su ola represiva a la que a Alexis alcanzó. Su apartamento fue ilegalmente allanado y fue objeto de agresiones físicas por presuntos agentes encubiertos vinculados a la entonces llamada Unidad de Inteligencia.
Más tarde el compañero sale nuevamente al exterior y luego al regresar completa sus estudios universitarios en Leyes. Como abogado se destacó en la defensa de la población inmigrante, mayormente en la comunidad dominicana en Puerto Rico. Mantuvo su oficina en Barrio Obrero por muchos años, ganándose el respeto y cariño de esta comunidad.
Su delicado estado de salud se afectó aún más cuando fue atropellado por un auto, que lo mantuvo hospitalizado muchos meses.
Y fue al finalizar ese periodo que pudimos hablar de un encuentro entre camaradas ex LIT que no se materializó. Al menos con él. No sé si se cumplió parcialmente su deseo por accidente o por voluntad de fuerzas desconocidas. Lo cierto es que Artemio, Angel y yo coincidimos ese Primero de Mayo en la Calle del Cristo al finalizar la actividad y al finalizar la vida de Alexis Irizarry Vega. La historia de la lucha por las y los oprimidos está en deuda contigo Alexis. Un fuerte abrazo desde acá.
Nuestro agradecimiento a Artemio Camacho y a Pepe Cuz Ríos quienes colaboraron con datos importantísimos a esta nota.
Fuente: Bandera Roja