Los trabajadores de JFK8, el gigantesco centro de distribución de Amazon en la isla Staten Island, votaron por un amplio margen, a favor de la representación del Sindicato de Amazon ALU. Es la victoria de organización sindical más significativa en los Estados Unidos en décadas: es un hito para el movimiento sindical.
Según el NLRB, 2,654 obreros votaron a favor de la representación de la ALU, y 2,131 en contra. Eso significa que el 55% de los 4,785 trabajadores que votaron lo hicieron a favor, y el 45% en contra: un margen de victoria del 10 por ciento.
“Hoy, la gente ha hablado ya, y la gente quiere el sindicato”, dijo el presidente del ALU Chris Smalls a los partidarios. Smalls descorchó una botella de champaña en frente de la oficina del NLRB cuando se anunciara el conteo final.
“Queremos darle las gracias al jefe ejecutivo Jeff Bezos por haberse ido al espacio, porque cuando él estaba allá arriba, nosotros estábamos reclutando a la gente”, agregó Smalls.
“Cuando el Covid-19 entro en la escena, Amazon nos falló”, explicó Smalls durante la conferencia de prensa realizada después de que se anunciara la victoria. Amazon despidió a Smalls hace dos años después de que el dirigiera un paro a principios de la pandemia del Covid-19 exigiendo mejores condiciones de salud y seguridad. Describió como el ALU—un grupo de base sin afiliación a ningún sindicato nacional—fue iniciado hace como un año.
Smalls y otros obreros de Amazon en Nueva York, incluyendo a Derrick Palmer, actual vicepresidente de la campaña de organización de la ALU; Gerald Bryson, quien fuera despedido por Amazon junto con Smalls; y Jordan Flowers viajaron por el país. “Fuimos hasta [Bessemer] Alabama el año pasado, cuando tuvieron la primera campaña de organización”, declaró Smalls. “Y pensamos al ver algunas cosas que nosotros podíamos hacerlas mejor independientemente. Por lo tanto, eso fue lo que decidimos hacer. Decidimos regresar a casa en Staten Island y comenzar una campaña de organización sindical en JFK8, y no solo para JFK8, queremos hacerlo en todos los cuatro”, describió, refiriéndose a los cuatro centros de distribución de Amazon en Staten Island.[1]
Los obreros en Bessemer, Alabama, votaron en febrero y en marzo en una segunda elección sindical que el NLRB fijara después de emitir su fallo declarando que las tácticas de intimidación de Amazon habían arruinado el voto del año pasado. Hasta la fecha de publicación de este artículo el conteo estaba demasiado reñido como para anunciar resultados.
“Está dirigido por los obreros, son los trabajadores mismos los que se están organizado así mismos en el centro de distribución”, apuntó Justine Medina, una empacadora en JFK8 que estaba al alcance para el conteo de votos esta mañana. Explicó que los organizadores fueron inspirados por los movimientos sindicales de principios del siglo 20. “Nos remontamos a eso y nos dijimos: ¿qué funcionó para ellos? ¿Cómo es que ellos pudieron construir esos sindicatos desde la base hasta arriba y construir el movimiento sindical más poderoso en la historia de Norteamérica? ¿Y cómo como nos remontamos para hacer eso, porque Amazon es un tipo clásico de fábrica explotadora”?
Con optimismo renovado buscando la victoria en LDJ5
El complejo de Amazon en Staten Island incluye cuatro almacenes similares. El voto en JFK8 es solo el comienzo. Otros 1600 trabajadores en un centro de distribución localizado directamente enfrente de JFK8 llamado LDJ5, tendrán derecho a votar en una elección sindical del 25 al 29 de abril. En total, la compañía afirma que más de 10,000 empleados trabajan en el complejo de Staten Island. Los organizadores de ALU quieren organizarlos a todos.
“Ahora estamos muy optimistas sobre las elecciones que se avecinan en el LDJ5, dijo la tesorera de ALU Maddie Wesley que también trabaja en el centro de distribución.
Los organizadores de ALU dijeron que trabajadores de otras instalaciones de Amazon por todo el país los han contactado pidiendo ayuda con sus campañas de organización. Una serie de obreros de Amazon aquí ha dicho que la victoria en JFK8 puede ser significativa para el movimiento sindical de todo el país.
Palmer, quien empaca cajas en JFK8 y es cofundador del sindicato, dijo que él espera que otras instalaciones van a seguir a Staten Island. “Este va a ser el primer sindicato” en Amazon, la segunda compañía más grande en el país con más de un millón de empleados declaró, “pero de ahora en adelante, eso va a motivar a otros trabajadores a integrarse con nosotros”.
El estado de ánimo de decenas de trabajadores y sus partidarios presentes en la plaza al frente del Centro Metro Tech era festivo, energético y emocionante.
En la antesala del voto, los organizadores de base se sentían optimistas, aunque cautelosos. Se sentían bien con el trabajo que habían hecho: apoyando a trabajadores que protestaron condiciones de trabajo inseguras, hostigamiento sexual en el trabajo, o medidas disciplinarias injustificadas que muy a menudo terminaban en despidos; haciendo campaña en y fuera del trabajo por casi un año; enfrentándose al hostigamiento patronal y policial; organizando almuerzos semanales en la cafetería y barbacoas en una casa de campaña enfrente de JFK8; recolectando las tarjetas para autorizar el voto día y noche; recaudando fondos por medio de la cuenta GoFundMe; y realizado intensas campañas alcance telefónico durante las semanas que antecedieron a las elecciones para discutir las preocupaciones de los obreros, para contrarrestar las mentiras de la compañía, y convencer a compañeros de trabajo a que votaran por el sindicato. Pero algunos estaban sorprendidos de que el voto resultara con cifras tan favorables.
“Arriesgando nuestros trabajos, arriesgando el tiempo con nuestras familias: solo el ver todo esto tomar forma me hace sentirme orgullosa”, explicó Karen Ponce, de 26 años, la secretaria de ALU que trabaja en el JFK8. “Estoy muy sorprendida y orgullosa”.
Los obreros en los almacenes JFK8 en expansión, clasifican, cargan, y descargan artículos que serán despachados para los clientes de Amazon por toda la región. Trabajan turnos de 12 horas con dos descansos de 30 minutos con frecuencia, o a veces con descansos de 45 minutos dependiendo del turno. Los trabajadores detallan que esto es apenas suficiente tiempo para cruzar el almacén y comer. Los obreros reportan que el movimiento y productividad de los trabajadores son recopilados meticulosamente por la compañía, y aquellos que no puede mantener el paso son blanco de críticas disciplinarias.
Estos son algunos de los temas que convencieron a miles de trabajadores a unirse al sindicato.
En una declaración emitida en sus instalaciones, Amazon dijo que estaban decepcionados con el resultado y acusó al NLRB de “influencia excesiva e inapropiada” en relación con el voto.
La vocera del NLRB Kayla Blando insistió que no había nada inapropiado en sus acciones.
“El NLRB es una agencia federal independiente que el congreso ha responsabilizado por hacer valer las Ley Nacional de Relaciones Laborales”, afirmó Blado en una entrevista. “Todos los pasos que el NLRB ha tomado en contra de Amazon están en concordancia con el mandato congresional”.
Próximo paso: forjar la unidad de los trabajadores en la lucha por un contrato decente
Los organizadores del sindicato Amazon hicieron campaña prometiendo que lucharían por obtener un salario inicial más alto. Le apuntan a un salario de $30 por hora cuando el salario inicial actual es de $18.25. Quieren seguridad de empleo para prevenir que la compañía continúe despidiendo gente constantemente y recontratándoles varios meses más tarde. También están presionando para que haya mejoras a la calidad-de-vida de los trabajadores, como el permitirles a los trabajadores que puedan portar sus teléfonos en el almacén y presionar a la compañía para que ofrezca un autobús colectivo para los trabajadores que tienen que viajar largas distancias al trabajo.
Pero los organizadores enfrentan probabilidades desfavorables. Señalan que debido a la alta taza de renuncia y los más de 7,000 empleados que los organizadores tiene que convencer: todo mientras que tiene que enfrentar las incesantes campañas de la compañía para convencer a los trabajadores a rechazar al sindicato. Amazon cubrió todo el centro de distribución con afiches de “vote no” y metió a los obreros en sesiones de “entrenamiento” donde se les presionaba para disuadirles a no sindicalizarse. Es similar al mismo manual de estrategia que había usado la compañía para aplastar las campañas de organización del sindicato en sus almacenes por todo el país.
El abogado de oficio Seth Goldstein, en representación de la emergente campaña sindical, presentó decenas de cargos contra la compañía debido a prácticas laborales injustas, a pesar de que no parecieron cambiar las tácticas de la compañía. (Otro abogado, Eric Miller, presentó la petición de representación sindical de ALU ante el NLRB; sus honorarios son pagados por el Local 342 del Sindicato Unificado de los Obreros de la Alimentación y el Comercio (UFCW por su sigla en inglés), el cual tiene su sede en Staten Island y recientemente ofreció las oficinas de su local a los voluntarios del ALU para las campañas de alcance telefónico). Múltiples organizadores sindicales fueron despedidos durante los dos años de toda la campaña sindical, otros relataron que habían sido blanco de críticas disciplinarias por su cumplimiento, y la compañía regularmente rompía los afiches a favor del sindicato y confisca la propaganda impresa de los organizadores.
No obstante, los trabajadores superaron las expectativas y prevalecieron. El próximo paso será unificar a la fuerza laboral en la campaña por un contrato decente. La victoria de hoy le presta alas a esa campaña.
NOTAS:
[1] Para obtener más información sobre la evolución de esta magnífica campana sindical, vea “Trabajadores de Amazon en Nueva York solicitan reconocimiento legal de su sindicato” y “Manifestación preelectoral del Sindicato de Trabajadores de Amazon: ‘¡Vota sí!’ – Actualizado publicados por Panorama-Mundial el 3 de noviembre de 2021 y el 25 de marzo de 2022, respectivamente.
FUENTE: Panorama Mundial