La consigna “¡Vamos a ganar! ¡Vamos a ganar!”, reverberó en la entrada principal del gigantesco centro logístico de JFK8 de la empresa Amazon esta tarde. Alrededor de 300 trabajadores de los almacenes de Amazon y sus partidarios se reunieron aquí para impulsar los esfuerzos que el Sindicato de Trabajadores de Amazon (ALU) ha realizado para ganar representación para más de 7 mil trabajadores empleados en JFK8. Los trabajadores votarán en persona del 25 al 30 de marzo en una gran carpa instalada frente a las instalaciones.
Además de los organizadores del ALU, representantes de otros sindicatos y varios políticos se dirigieron a la manifestación prometiendo apoyar este esfuerzo de organización sindical. Entre ellos se encontraban Steve Lawton del Local 1102 del sindicato Communication Workers of America y Jean-Homère Lauture del Local 100 del sindicato UNITE HERE. El defensor público de la ciudad de Nueva York Jumaane Williams, el contralor de la ciudad de Nueva York Brad Lander y la senadora del estado de Nueva York Jessica Ramos también hablaron en la manifestación.
Lauture explicó que el Local 100 puso su sede a disposición de la campaña telefónica diaria para comunicarse con los trabajadores de Amazon y convencerlos de que voten por el sindicato.
Delegaciones del Local 1199 del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio, del Local 342 del sindicato United Food and Commercial Workers y de la Hermandad Internacional de Trabajadores Eléctricos también participaron en el evento. También participaron enfermeras, maestros y estudiantes, profesores y personal del College of Staten Island, de Baruch College y otras escuelas superiores del área.
Muchos camioneros de Amazon y otros trabajadores que pasaban cerca de la manifestación disminuyeron la velocidad, tocaron la bocina y dieron señas dando el visto bueno en solidaridad.
Discursos cortos y conmovedores por una docena de organizadores del ALU fueron la atracción principal del evento, describiendo el esfuerzo de un año que culmina en la votación que comenzará en cuestión de días.
Hace dos años Amazon despidió al presidente del ALU, Chris Smalls, después de que éste liderara una huelga por mejorar las condiciones de salud y seguridad al comienzo de la pandemia de Covid-19. Hablando ante la manifestación él describió cómo el ALU, un grupo de base sin afiliación a ningún sindicato nacional establecido, comenzó hace menos de un año “sin dinero, sin recursos, sin orientación real y con un abogado pro-bono, Seth Goldstein”.
Al principio, los recursos del sindicato consistían en dos sillas, dos mesas y una carpa azul que los trabajadores instalaban todos los días en la parada de autobús frente al almacén JFK8.
“Hubo días en los que inscribimos a un solo trabajador, y pensamos que todo estaba perdido”, dijo Smalls. “Tuvimos un revés cuando nos vimos obligados a retirar la petición que presentamos a la NLRB [Junta Nacional de Relaciones Laborales], porque Amazon había despedido a mil trabajadores en menos de seis meses, y no teníamos suficientes firmas. Luego hubo días en que salimos aquí y logramos que casi 200 trabajadores firmaran en un día. Hubo días en los que entramos al edificio y todos estaban felices de vernos. Establecimos una relación y nos ganamos la confianza de los trabajadores”.
Optimismo cauteloso de una victoria sindical
Incluso antes de la pandemia, que aumentó el desgaste en todo el mercado laboral, la rotación en la fuerza laboral de Amazon era de aproximadamente el 150 por ciento al año, casi el doble que la de todas las otras industrias minoristas y de logística. Esto significa que algunos trabajadores que han firmado tarjetas sindicales pueden ya no estar trabajando en Amazon cuando el sindicato presente su petición ante la NLRB, o se realice una votación de representación. Éste es uno de los principales desafíos que enfrentan los organizadores del ALU.
Connor Spence, vicepresidente de membresía del ALU, abordó este punto en el mitin. Tratan a los trabajadores como productos desechables, dijo. “Puede que no me necesiten a mí, y puede que no te necesiten a ti, pero nos necesitan a todos nosotros”, enfatizó. “Si nos mantenemos unidos y luchamos juntos, podemos ganar victorias que cambien nuestras vidas”.
Los organizadores de base explicaron las razones del optimismo que albergan de que el ALU tiene una buena posibilidad de ganar las próximas elecciones. En menos de un año el ALU inscribió a más de 4 mil trabajadores en JFK8 y en un almacén adyacente, el LDJ5.
Derrick Palmer, vicepresidente de organización del ALU, ha estado trabajando en Amazon durante seis años, lo que lo convierte en uno de los trabajadores con más experiencia. Ha capacitado a más de mil trabajadores, ha sido líder y ha trabajado en casi todos los departamentos. Años antes la gerencia incluso lo envió a una instalación en otro estado para capacitar a la fuerza laboral.
“Inicialmente me dijeron que si trabajas duro, podrás ascender dentro de la empresa, que es lo que yo quería”, dijo en el mitin. “Bueno, no funcionó de esa manera. Traté de ascender y me lo negaron un millón de veces. Otros trabajadores fueron promovidos, así como así, después de estar con la empresa durante cuatro meses, cinco meses. Todo porque eran simpáticos con los gerentes. Así que hay favoritismo en Amazon. Hay mucho racismo en Amazon y esa es una de las razones por las que decidimos sindicalizarnos”.
Palmer explicó que muchos trabajadores tienen miedo de hablar porque no conocen sus derechos, y por eso el ALU se ha enfocado en educar sobre el rol que juegan los sindicatos en darle voz a los trabajadores. “Amazon trata a estos trabajadores como peones en el tablero de ajedrez”, dijo. “Pero les garantizo que cuando ganemos estas elecciones, los tratarán como reyes y reinas”.
La secretaria del ALU, Karen Ponce, trabaja el turno de noche en JFK8. Recientemente se unió a la campaña de organización sindical. Cuando fue contratada, no sabía nada sobre los sindicatos, dijo en la manifestación.
“Todo lo que había escuchado sobre este asunto era la posición de Amazon”, dijo. “Vi al ALU afuera organizando barbacoas y quería una hamburguesa con queso, pero estaba demasiado asustada para acercarme. Entonces me puse a investigar. Hice preguntas y descubrí que en realidad organizar un sindicato es algo que está legalmente protegido. Amazon no quiere que sepamos eso”.
Ponce continuó: “Estoy aquí para respaldar a las personas con discapacidades a las que se les niegan acomodaciones. Estoy aquí para las personas que son despedidas a diestra y siniestra, incluida mi hermana. El primer día que me contrataron la despidieron. Y no te despiden por ser perezoso. Te despiden porque no puedes mantener el ritmo de sus robots. Justo la otra semana me amonestaron por escrito. Cuando pregunté quién me estaba amonestando, ¡me dijeron que fue el sistema! RH [La oficina de Recursos Humanos] está aquí para proteger a Amazon. Necesitamos que alguien proteja a los trabajadores. Estamos aquí para todos los trabajadores que no se quejan. Quiero darle al ALU las gracias por darme esa voz, por darme esa confianza y por instruirme sobre mis derechos”.
‘La inflación está devorando nuestros cheques’
Angelika (Angie) Maldonado ha trabajado en JFK8 desde el 2018. Es una madre soltera que preside el Comité de Trabajadores del ALU, el responsable de educar y abogar por el sindicato dentro del almacén. “Algunos trabajadores se sienten intimidados porque no conocen sus derechos”, dijo a Panorama-Mundial en una entrevista. “Nuestra tarea es hablar de sus inquietudes y responder a sus preguntas”.
El comité distribuye literatura y publica avisos del ALU en cada sala de descanso. “Dado que el ALU es un sindicato dirigido por trabajadores, una de las tareas más importantes del comité es que cada organizador reclute a más organizadores”, dijo.
Michelle Arady Valentín Nieves, quien ha trabajado en JFK8 durante tres años, es una de ellas. “Estaba cansada, sobrecargada de trabajo, agotada”, dijo a Panorama-Mundial en una entrevista. Nieves dijo que se unió al esfuerzo sindical hace cuatro meses cuando los organizadores del ALU la ayudaron a lidiar con el acoso de su gerente después de que Nieves habló en contra del acelerado ritmo de trabajo, la causa de muchas lesiones.
Además, “la inflación ahora está devorando nuestros cheques”, señaló. Aunque Amazon se jacta de que sus salarios, que empiezan a $15 dólares la hora, son buena paga, a muchos trabajadores les resulta cada vez más difícil llegar al fin de mes. “No podemos mantenernos al día con las facturas de servicios públicos o pagar el cuidado de los niños. Esta es otra razón por la que el apoyo al sindicato está creciendo”.
Lucha contra el acoso sexual
Maddie Wesley, la tesorera del ALU, trabaja en el almacén LDJ5, que emplea a 1,600 trabajadores. La NLRB certificó recientemente que el ALU había reunido suficientes firmas para que se llevara a cabo allí un voto sindical, y estableció del 25 al 29 de abril como las fechas para una elección de representación en LDJ5.
En el mitin Wesley también habló sobre el abierto acoso sexual que ella y otra trabajadora han enfrentado desde poco después de ser contratadas en agosto pasado. El acoso tomó la forma de abuso verbal, mensajes de texto y el intento de manosearlas.
Como nuevas empleadas, las jóvenes “no querían causar ningún problema” y no se lo dijeron a la compañía inicialmente. Denunciaron el acoso el pasado noviembre. La gerencia no lo tomó en serio y dijo que no había nada que podían hacer al respecto.
El acoso continuó. Wesley dijo que tenía que “seguir mirando por encima de mi hombro todos los días cuando sabía que él estaba de turno porque aparecía justo detrás de mí y decía algo completamente inapropiado y trataba de tocarme”.
Tres semanas después de informar a la gerencia sobre los incidentes sin resolución alguna, Wesley alertó a Chris Smalls. “Fue entonces cuando mi familia sindical se involucró”, explicó.
“Chris y algunas de las otras personas del sindicato comenzaron a protestar fuera del edificio, exigiendo que Amazon abordara los múltiples casos de acoso sexual que sabíamos que estaban ocurriendo en LDJ5. Después de que comencé a hablar con mis compañeros de trabajo y compartir mi historia, descubrí que no estaba sola. Otras mujeres habían pasado por lo mismo. Dos días después de que el ALU empezó a protestar, los empleados que llevaban a cabo el acoso fueron suspendidos. Eso demuestra que el sindicato tiene poder y que cada trabajador necesita un sindicato”.
Connor Spence, vicepresidente de membresía del ALU, ha trabajado en Amazon durante cuatro años. Dijo que sabía que un sindicato era necesario y esperó años por que “alguien viniera a sindicalizar a Amazon, por que alguien nos salvara”.
Luego, le dijo al mitin: “Un día me di cuenta de que la cosa no es así. Sólo pueden hacerlo los propios trabajadores. Nadie viene a salvarnos. La unión es como te salvas a ti mismo. El ALU es la forma en que los trabajadores de Staten Island, y después del resto del país, van a poder salvarse a sí mismos, protegerse a sí mismos y protegerse unos a otros”.
Cuando los trabajadores de Amazon voten “Sí” la semana próxima, “nos comprometemos a trabajar juntos”, dijo. “Eso es lo que es la sindicalización. Es un compromiso y un reconocimiento de que cuando nos unimos, tenemos poder y podemos presentar fuertes reivindicaciones a la empresa que construimos. Tú lo sabes, yo lo sé, y Amazon definitivamente lo sabe. Es por eso que luchan tan duro en contra nuestra”.
Gerald Bryson es un buen ejemplo. Amazon despidió a Bryson en el 2020 porque también protestaba contra las prácticas insalubres de la compañía cuando empezó la pandemia. El caso de su reinstauración ha estado en manos de un juez de derecho administrativo durante dos años, a pesar de que la NLRB determinó que el despido de Bryson fue una represalia ilegal debido a su actividad organizativa en donde trabajaba.
Actuando de manera inusual, la NLRB emprendió una orden judicial contra Amazon en un tribunal federal el 17 de marzo tratando de obligar a la compañía a reinstaurar a Bryson antes del voto sindical que se avecina. La demanda también exige que Amazon instale rótulos en las instalaciones explicando que es ilegal despedir a los trabajadores por actividades de organización sindical, y lea en voz alta una declaración sobre los derechos de los trabajadores en las reuniones obligatorias de los empleados.
“Espero estar de vuelta y votar sí por el sindicato la próxima semana”, dijo Bryson en el mitin.
Campaña telefónica intensiva
Durante las últimas semanas el ALU ha montado una campaña intensiva para llamar a todos los trabajadores del almacén JFK8. La respuesta ha sido “más del 60 por ciento a favor del sindicato”, dijo Wesley en una entrevista. Los organizadores del ALU y otros voluntarios están llamando a los que aún no están decididos para discutir sus inquietudes y responder a sus preguntas.
A medida que se acercan las elecciones, Amazon ha estado cambiando las políticas previamente establecidas en un esfuerzo por intimidar a los trabajadores y dificultar la campaña por el sindicato durante las horas laborales. Esto incluye cambios a los procedimientos de entrada y de salida, negarle horas extras a trabajadores seleccionados y la amenaza de prohibir el uso de teléfonos celulares.
Como respuesta el ALU ha formulado una lista de ocho demandas sobre cuestiones de salud y seguridad, pago, horas extras, transporte y tiempo libre. Puedes ver las demandas aquí.
La manifestación concluyó con una enérgica marcha cruzando el estacionamiento y frente a la entrada principal de JFK8. “¡ALU, vota sí!”, coreaban los trabajadores.
Fuente: Panorama Mundial