¡Al fin encontré un negocio donde me haré rico! Tantos años dando cantazos por ahí. Chiripiando como quien dice. No me fue mal en la venta de productos orgánicos. Cuando me dediqué a la metalurgia tuve el problema del bajón de precios del aluminio y tuve que dedicarme, por un largo periodo de tiempo, a los bienes raíces. Tampoco me fue mal en las farmacias. Las cafeterias fueron otro cantar. Mucho trabajo, buen margen de ganancias, pero los puntos acaban por saturarse. Como vendedor nunca fui un As de Copas y en el área de servicios médicos definitivamente no estaba mi futuro. Sin embargo, ahora si que sí. Encontré el negocio que me permitirá, al fin, dejarle algo más que deudas y problemas a mis amados hijos.
Estoy tan alegre y tan contento que ya ordené una caja de champán de la Viuda para comenzar a celebrar. Permítanme informarles que ya contraté a Shuster, McCoy y Gómez, pues siempre hay que contratar un bufete con un socio latino, para que se ocupen de redactarme el contrato del negocio. Después de todo no tendrán mucho trabajo. Las instrucciones que les he dado más simples no pueden ser. Copien completito el de LUMA Energy.
En un principio creí que tendría que gastar los $1,400 que me enviará Biden como inversión inicial. Lo que es el que no tiene experiencia haciendo negocios con el Gobierno de Puerto Rico. Shuster Senior, porque también está Shuster Jr. en el bufete, fue el que me abrió los ojos y me saco de mi virginal inocencia. “Tu saber que con Gobierno de Wanda o Pipo no tener que poner un peso” me dijo, con acento de indio americano.
Pero la mejor noticia me la expresó Gomez en su español cuidado y sonoro, “También vas a poder facturar hasta $90 millones mientras tu gente aprende a administrar el negocio que le estamos proponiendo, en tu nombre, a nuestros amigos del gobierno”. No saben como me puse. Aníbal y su vasito colorado no han celebrado todo lo que yo he gozado con esa noticia. Saben, estoy pensando tardarme un poco más de los seis meses que mandé a poner en el contrato como periodo de aprendizaje. Creo que así podré comprarme más rápido la lancha de 40 pies que vi en el Club Náutico de San Juan.
Contrario a esos patisucios que vinieron de afuera a emplegostar la Autoridad de Energía Eléctrica, yo voy a dar cátedra de buen patrono. Como no habrá patrono sucesor, ni convenio que valga, ni unión que diga algo, puedo darle un aumento de $25 a todos, garantizarle el 10% del costo del Plan Médico y hasta subirles el bono de Navidad a $250.00. Si no quieren todo eso siempre podrán ir a trabajar con el Gobierno y allí si que se joroban. Imagínate, en las agencias y las corporaciones públicas llevan ya diez años sin ver aumento y en el horizonte no se ve ni un vellón de a cinco que puedan negociar.
Estoy que no puedo esperar a que el director de las Autoridad de las Alianzas Público Privadas me haga el traspaso de mi negocio. Seré la envidia de los miembros de la Cámara de Comercio, de la Asociación de Industriales, de la Asociación de Contratistas y hasta de los CPA. Esto de rentar empresas al gobierno es lo máximo. ¿Cómo no lo vi venir antes? Esta es la pregunta que más me hago en la soledad de mi alcoba.
McCoy también me trajo otra noticia que me tiene bailando solo. Me van a dar $600 millones, ni él ni yo sabemos de dónde, para que comience la administración de mi empresa APP. Ese McCoy es la hostia. También fue él quien hizo la gestión con FEMA para que aprobara los fondos de rehabilitación de mi negocio. Sin ese frosting el negocio es bueno, imaginen cuando reciba esa purruchá de chavos. Los que le tomaron el pelo a la Autoridad de Transporte Marítimo se van a quedar enanos cuando conozcan de mi negocio.
Aclaro, en esta parte del negocio tengo que andar con pies de plomo. La centavería de FEMA siempre viene acompañada de alguien que es el que sabe cómo hacer las cosas. Ahí tengo un abogado independiente, amigo de la gente de Fortaleza, bregándome el asunto. Los tengo amenazados, calladito eh, con denunciar que el capital se va del país, que la compañía es un cascarón vacío y otras miserias, por aquello de que el tumbe pa fuera no sea tan grave.
Shuster y Shuster, padre e hijo, tienen una encomienda particular muy delicada. Ellos deben cabildear en la legislatura del Partido Nuevo Popular para que se le hagan unas enmiendas necesarias a las leyes de las APP, de Recursos Naturales y de Hacienda, para que de verdad el negocio pueda echar pa lante. Esto se ha hecho tantas veces que no veo porque no hacerlo de nuevo. Ahora con un empresario local. No digo yo, estoy marcando un hito.
Pido disculpas por no decir específicamente de que se trata mi negocio LUMA Style. Con tanto buitre como hay por ahí no seria propio de esta palomita blanca hacer público desde ahora lo que vamos a externalizar. Si se entera alguien del PNP, pierdo todo lo que he adelantado y me quitan el bizcocho en menos de lo que se pela un huevo.
No desesperen. Esta semana estaré dando la noticia, si todo lo que falta de armonizar se completa, como así espero. La exclusiva la tendrá Caribbean Business. Así me pauto con el mundo empresarial y entero a muy pocos. Ya verán qué clase de reportaje me van hacer. Ya ellos gestionaron la información sobre las economías que hará el gobierno poniéndome a administrar el susodicho negocio y espero que sean todo lo discretos que el capital manda sobre el billetal que me voy a meter en el bolsillo. Hay que ser fino y elegante.
No me explico como no concebí antes este negocio. Tuvo que venir LUMA a darnos cátedra de cómo se hacen las cosas en grande. Estoy tan eufórico con lo que voy a ganar y sobretodo, por el bien que le haré al país. No hay nada más satisfactorio que poder ganarse un buen billete y saber que se le está prestando un gran servicio a la Patria. Esta última frase me la recomendó la gente de la publicidad que están a la espera que se firme mi contrato para que les firme el suyo.
Hay un pequeño detalle que me queda por ajustar y es el cómo me voy a zapatear de un grupo de unos diez políticos que se han acercado a mis oficinas y me han dejado cartas donde me piden que no me olvide de ellos, que no los pase por alto cuando esté en la cúspide del poder. Después de todo, me dicen en sus misivas, son ellos los que pagan el precio de los aumentos en las tarifas que tendrá que pagar el pueblo. Coño, no lo niego, me dan pena, pero además del pueblo, alguien más tiene que joderse para que yo pueda hacer el negocio de mi vida. Estos muchachos no han sido ningunas hermanitas de la caridad y mucho que guisaron en el cuatrienio anterior. Ahora el turno al bate es mío. Y voy a todas.